blog de la escritora puertorriqueña Ana María Fuster Lavin --gestión cultural, cuentos, poesía, ensayos, fragmentos de textos y vivencias desde las sombras de una ciudad silente-- “Tengo miedo de mi voz y busco mi sombra en vano. ¿Será mía aquella sombra sin cuerpo que va pasando?...” Xavier Villaurrutia
miércoles, mayo 30, 2007
Entrevista con el escritor y amigo Rey Andújar, en el periódico dominicano El Caribe
Lectura
"Yo trabajo la estética marginal"
Rey Andújar es uno de los nuevos rostros de la literatura dominicana; aquí desentraña la clave de su vocación
Por Redacción / El Caribe
Domingo 27 de mayo del 2007
Rey Emmanuel Andújar se ha alzado con el Premio Nacional del Cuento Joven de la X Feria Internacional del Libro de Santo Domingo. Tras el insustituible carácter caribeño de este joven (pero ya experimentado) escritor habita la memoria indispensable del ser que se cuestiona, se mira, se asoma a una realidad inventada para lograr la sobrevivencia ante tanta contradicción y tanto circo. Su obra, en constante evolución, se centra en el estudio de la antropología caribeña como inspiración subversiva, logrando romper la linealidad de tantos, para esclarecer una identidad confusa: la dominicana.
¿Cómo y cuándo surge tu interés por la literatura?
Soy más lector que escritor, comencé leyendo mucho desde muy temprano. En estos días estuve tratando de llegar a conclusiones y determiné que el arte me enamora, me seduce. Trabajo regularmente por las mañanas: leo, investigo, organizo notas y a eso de las once viene el proceso de entrenamiento físico.
He visto una tercera y nueva edición de El hombre triángulo, tu primera novela. Eso quiere decir que ha tenido muy buena acogida; cuéntanos al respecto.
La novela El hombre triángulo fue escrita en Nueva York. Estaba en ese proceso de escribir pequeñas historias. Hasta ese momento lo más largo que había escrito era El factor carne, como cuento que había ganado un premio en el Banco Central Dominicano.
Luego de un invierno doloroso, mucha cerveza y tres relaciones accidentadas, salió el texto; mi mamá pagó el diseño de la edición de autor. Desde ese momento es asignado en varias universidades en Puerto Rico y Estados Unidos, actualmente está siendo traducido al holandés y al italiano, al parecer el morbo de la gente no tiene límites y eso, es bueno saberlo.
Ahora hay quienes te conocen como el “hombre triángulo”.
Bueno, yo no he tomado el nombre, regularmente la gente me llama por lo que ha visto: para muchos soy también “El Ciudadano” y punto. Para mis amigos, soy simplemente “Reynol”. Hasta el momento solo tengo dos libros y el que más se conoce (lamentablemente) es El hombre triángulo. Además, yo tengo un tatuaje en un brazo con el triángulo, y en la portada de la nueva edición sale una foto de ese tatuaje. No hay de otra.
¿Por qué escoges personajes del bajo mundo, de espacios sórdidos, venidos a menos para tus historias?
Por un lado, considero que es un reto elegir personajes nada atractivos desde el punto de vista novelístico, por el otro lado, trabajo dentro de la estética marginal y es inevitable encontrarme con esa clase de seres dentro de este espacio.
¿Cómo surge tu interés por el estudio e implementación en tus textos de la antropología caribeña?
Todo ha sido idea de Loraine Ferrand y su equipo de investigación. Una de las noches de poesía borracha de la Zona Colonial me invitaron a entrenarme físicamente, con algunas condiciones: la desintoxicación y que, aunque fuese un entrenamiento con una base de antropología teatral, no podía olvidarme de que era escritor, que eso era lo principal. De ese proceso han salido mis últimos textos: Ciudadano Cero, Candela (una nueva novela), Amoricidio.
Además de la literatura, estás involucrado en dramaturgia y arte-acción ¿Cómo equilibras tu trabajo?
Mi trabajo básico en este momento tiene que ver con la literatura y “la industria del servicio” (soy camarero los fines de semana en el Viejo San Juan). Mis colaboraciones multidisciplinarias vienen a raíz del proceso de investigación de la Dramaturgia del Cuerpo del Escritor: me encanta recitar poesía, aunque ahora lo hago cada vez menos, pero de ahí la gente me ha visto y me ha invitado a colaborar en proyectos, es por eso que, aunque estoy en Puerto Rico desde enero, ya he participado en dos películas, en proyectos de danza, performance y varias obras de teatro.
Citas del autor
“Cuando me mudé de Nueva York a Cabarete había jurado no regresar a los Estados Unidos. En Cabarete conocí a alguien con quien tuve una relación y decidí mudarme a California un tiempo. Allí estudié unas clases de Literature and Film Artists entre Berckley y Cupertino. Las cosas cambiaron y Puerto Rico fue una de las opciones.”
“Mi nueva novela, Candela, sale a final de este año con la editorial Alfaguara y estamos preparando algo bien especial para eso. Hace unos días me dieron la buena noticia de que me fue concedido el Premio Nacional Cuento Joven FIL 2007, con la colección de cuentos Amoricidio, que creo que sale el próximo año. Estoy muy contento con esos cuentos.”
http://elcaribe.com.do/articulo_caribe.aspx?id=125804&guid=B2CAEEB786DB420B8B118F9F98F382E7&Seccion=17
sábado, mayo 26, 2007
Escritor invitado Daniel Torres
Elegía para Alexis
Te vistieron con las gasas blancas,
vaporosas y ligeras de tu Paloma San Basilio
cuando salías al balcón presidencial
improvisado en el Kabukis de tus sueños.
Y nos dejabas suspensos mientras tus labios
perfectamente delineados y pintados
lipsinkeaban "¡No llores por mí Argentina!"
o en el cambio de número te deshacías
con los lamentos de "Mi pasión es morir,
mi pasión es dejarme besar hasta el último beso"
y te mirábamos extasiados y borrachos de belleza
ante cuánto perdía la Basilio y ganaba en tu piel
de pantera dispuesta como todas al acecho.
Inocente te han preparado y vestido en tu cuerpo
yacente con esas mismas blancas gasas
y el maquillaje impecable de estar dormida
e imperturbable con el ansia de que
en cualquier momento te levantes y nos cantes:
"No lloren por mí que me espantan".
Daniel Torres
Cuadro de M. Chagall
****
Comercial Queer 101
“Con un hombre así
yo sueño para que sea
mi dueño,
sensual y varonil,
Él usa Brut de Fabergé…”
Y el niño quer era yo,
en ese entonces,
se quedaba mirando
ensimismado
mientras aquel galán de telenovelas,
Luis Daniel Rivera,
salía del baño y se cerraba la toalla
sobre sus perturbadoras piernas velludas
sin mostrar lo que debía mostrar.”
Daniel Torres
Como vampiros acosados por la luz
Como vampiros acosados por la luz
se esconden
por entre el puerto del San Juan viejo
siguendo a tierra de puertas y la once
cerca de la dieciocho por la calle Vending
(aunque mucho antes de la quince)
Se describen los espacios del deseo
cuando los helicópteros una noche interrumpieron
subirse con prisa
cerrar
apaga y vámonos
Cuando no es un apartamento del Santurce
o del Condado
como reinas de dos días antes de las
coronaciones
Pese a los clósets
entregarse a los escarabajos
parece ser todavía una consigna.
Daniel Torres
de su libro Mariconerías
(Isla Negra editores, 2006)
Fotografía--Daniel Torres y Lizza Fernanda, durante la presentación de Mariconerías (en la Librería Thesaurus, Sto. Domingo, durante la Feria Internacional del Libro, abril 2007)
Daniel Torres, escritor y crítico puertorriqueño en el exilio.
Es catedrático titular de Español y Estudios Latinoamericanos en Ohio University. Ha publicado bajo el sello Isla Negra, los libros Carbonerías: historias de tres cuerpos y Mariconerías (ambos de narrativa), Fusilado dios (poesía). Próximamente publicará la segunda edición de Morirás si da una primavera (1993; Premio Letras de Oro). Tiene una novela inédita Conversaciones con Aurelia.
Un abrazo de cariño y admiración para el amigo Daniel Torres.
martes, mayo 22, 2007
Guagua de la Poesía-- Dedicada a Juan Antonio Corretjer y Pedro Pietri
**********
La Guagua de la Poesía del pasado jueves 17 de mayo de 2007 (en el Café Seda del Viejo San Juan) fue dedicada a Juan Antonio Corretjer y Pedro Pietri. Tuvo de chófer al pintor, poéta, ex preso político y amigo Elizam Escobar, y participaron entre otros, Che Meléndez, José María Lima, Gallego y Ana María Fuster.
Gracias a todos por su apoyo, esta semana continua la guagua con los Sotaneros, no se la pierdan sale a las 8:00pm desde el Café Seda en la calle San Sebastián...
*********
“Se trata de encontrar una puerta
una mano, un lápiz y un espejo;
y se trata además de reunirte
y que el papel no mienta.”
José Maria Lima
++++++++
Tata
Tata
mi abuela
has been
in this dept store
called america
for the past twenty-five years
She is eighty-five years old
and does not speak
a word of english
That is intelligence
Pedro Pietri
(1944-2004)
Obituario puertorriqueño
Si Quieres Comprender
Si quieres comprender cómo te amo
Pídeme la Vida hasta la Muerte.
Por ti desafiaré los Elementos,
Los Astros y la Suerte.
Y en pago de mi amor sólo te pido
tu mano en lazo con la mía unida.
tu corazón mi corazón moviendo
para toda la vida.
Mírame con tus ojos amorosos.
piénsame, pensamiento idolatrado.
bésame, beso tuyo, beso mío.
llévame en ti como un relicario.
Que hoy más que nunca soy como la hechura
de tu amor, de tu beso, tu caricia:
del encendido óleo de tus ojos,
del molde de tu arcilla!Juan Antonio Corretjer
****************
1908-1985
Fotos cortesía de Ramón Serrano, tienen derechos de autor
lunes, mayo 21, 2007
Miguel toma por asalto el Blog de Mamá y da una Noticia
sábado, mayo 19, 2007
Junio tiene nombre de mujer (ana maria fuster)
Junio tiene nombre de mujer
¿renacerá la flor si se la invoca?
Mairym Cruz Bernall
Me pides ayuda
un remedio para tu reflejo,
pero el calor de los vacíos suda abandonos sobre mi piel
es el eco de tu risa perdida en la cama
donde te tuve desde el espejismo
desde las escamas de mis miedos
o desde mis labios descosidos para los tuyos:
éramos el seudónimo de los amantes sin moraleja.
Las escamas de tu voz me arrancaron los dedos uno a uno
mis muslos quedaron resecos del sándalo expirado
y sigo sudando las cicatrices del nunca jamás
del país de las maravillas en que nunca vivimos
o de la patria de las poetas muertas,
divas en la resaca del exilio a fuerza de verdades
¿renacerá la flor si se la invoca?
Mi noche ya termina y quiero huir
me arranco los pies para no encontrarte,
nuestros sueños se bifurcaron desde la punta de nuestras lenguas
hasta la saliva de las palabras
así como tus pechos me robaron una serenata de despedidas.
El abandono suele llegar sin recetas para curarlo,
al menos, arrojo una botella con mis pasiones ocultas
queriendo morir hasta la última muerte para tenerte
para decirte que el amor todavía puede entrar en palacio
que las otredades peregrinan bajo las sombras, pero tú eres luz.
Junio, como la poesía, tuvo nombre de mujer,
así tú, como yo,
perdona la inmensidad de mis silencios
así como perdonaste el hambre de nuestros recuerdos
cierra la ventana a los dolores,
la duda a tu sangre
los espejismos a tus uñas,
y grítale a los ecos.
No hay recetas para la felicidad pero te invito a un café
tampoco versos que remedien los abandonos pero fumemos juntas
quizás al menos, nuestros adioses se conviertan en cuerpos
y aunque todo sea mentira, al menos estaremos, muy cerca
para sudar siluetas, y juntas nuestros abandonos
al fin de cuentas, nunca te dije que tuviera la respuesta
ni mi poema una moraleja….
Ana María Fuster Lavín
martes, mayo 15, 2007
lunes, mayo 14, 2007
Presentación de El Libro de las Sombras en la Feria Internacional del Libro, Santo Domingo, 2007
Ana María Fuster: Los entreactos de la sombra y el verbo definitivo
(A. M. Fuster, El Libro de las Sombras, Ed. Isla Negra, 2006)
¿Cuántas ciudades hay en una ciudad?
¿qué sueños tiene la ciudad dormida?
Raúl Aceves
Dislocaciones y travesías
Mas si por mucho tiempo, como una vana imagen
Te persigue mi sombra…no habrás de tener miedo:
Porque mi sombra debe perseguirte, dudando siempre
Entre tú y el cielo.
Gérard de Nerval
Resignación
Primeras Poesías ( 1828-1832)
Deep into the darkness peering, long I stood wondering,
Fearing, doubting, dreaming dreams no mortal dared to dream before…
Edgar Allan Poe
The Raven
Por Marioantonio Rosa
La sombra es la otra intimidad del hombre. Lo más realista que podemos tocar después de cualquier presencia u objeto de asedio y búsqueda. En la historia la sombra ha tenido el silencioso protagonismo que ha desbocado episodios increíbles, y porque no, nos ha brindado la gran verdad de las revelaciones. Por tanto, la sombra como elemento de transición y verdad tendría mucho que escribir y decir. Si vamos a la literatura, la creación del Doctor Víctor Frankestein de un ser arrancado del mundo sombrío de la muerte interpretada magistralmente en la novela de Mary Shelley, el cirujano visionario y escrutador, termina perdiendo su propia sombra convirtiéndose el monstruo creado en su sombra, sombra en celo, sombra en ahogo, sombra que persigue y azuza hasta llevarlo a la muerte. Algernon Blacwood, uno de los narradores capitales de la literatura fantástica y de terror norteamericana del siglo XX en su relato El Hombre al que amaban los árboles, nos brinda el lado oscuro, inteligente y vengativo de la naturaleza, interpretada esta vez, por un bosque frondoso y selectivo con sus víctimas. Al llegar la noche el bosque en una sombra irrefrenable sería capaz de vencer la misma oscuridad y convertirse en la noche sin símbolos de los protagonistas, entrando en el escenario mental, invocando el destierro y la locura. Horacio Quiroga, jugaba a imágenes con la muerte y la sombra, llevando ese gusto brioso de la fatalidad hasta su propia vida. Charles Baudelaire en sus Paraísos Artificiales se brindaba a la sombra, como un dulce pórtico de escape, como una libertad y una seducción. Edgar Allan Poe, en su poema El Cuervo, nos invita a las sombras. Allí se encuentra el hombre desnudo a frente una dimensión que no conoce, allí, el hombre anida su nuevo cuerpo de sombra y elige la voz de su muerte. Una vez catapultado a la realidad, la inconciencia adquiere una voz dominante, y nada se recuerda.
Entonces sabemos que la sombra es una gran materia de vida. La sombra es un respiro y un espejo. Seduce, invita al goce, lo sabe todo, todo lo descubre y suda nuestras vidas calladas. Aquellas vidas adheridas a un horario, a una gente y a una sociedad. Cuando estamos en una habitación, o en la acción de un secreto, o simplemente estar viviendo debemos saber que nunca estamos solos, la sombra es nuestro lenguaje inédito cada día más rico y revelador. Nada más estamos en la sombra y con la sombra.
Dentro de la tradición Wicca o Brujería cuyos ancestros se remontan a los Celtas, tribus nómadas que se extendieron por toda Europa, Francia, Alemania y España y cuya religión se fundamentaba en la adoración de los dioses unidos a los poderes de la naturaleza, El Libro de las sombras es la bitácora de una bruja. Wicca, en su etimología significa Sabiduría, Gnosis, Iniciación. El diario de la bruja es en realidad, todos los rituales, convenios, y oráculos para la invocación, protección y enlace a los poderes mágicos. En su contenido se conjugan la Botánica y sus códigos medicinales y curativos, la simbología de las velas y los inciensos, la pedrería y su adivinación, la Cábala y la numerología. “El” o “La Nigromante”, debe dominar sin asomo de duda, los Cuatro Elementos a saber Tierra, Aire, Fuego y Agua, ejercer con equilibrio el Pentagrama Esotérico, entre todos los rituales destinados a cada evento existencial que se presente. Cuando vemos en un libro de poesía, un título enigmático como El Libro de las sombras, de la poeta y narradora Ana María Fuster Lavín, las claves de análisis se nos presentan retadoras, y de horizontes insospechados. El libro, para empezar tiene un título inusual para los temas que encierra; la erótica, el amor, la sexualidad, la invitación, la seducción en modalidades de contemplación e incitación, y también el homenaje a poetas como Pablo Neruda, José Lezama Lima o el autor de Los Heraldos Negros César Vallejo, o la tierna susurrada al hijo, y también la visión preocupante sobre la Patria como sucede en el poema Lágrimas Negras . El Libro puede ser un diario posible, o si evocamos la cita de Aristóteles usada como epígrafe por la poeta en la primera parte del libro, La Historia cuenta lo que sucedió, la poesía lo que debió ser, entonces puede ser un diario que debió ser, o mejor aún, un diario que se busca escribir siempre con el matiz de tristeza que puede tener un cuarto vacío. La sexualidad como primer personaje del libro descoca siempre a pesar de la plenitud vivida, del goce, del arrobamiento, del acercamiento y fusión de los cuerpos, en sombras, soledad y silencio. La palabra “Clandestino” constante en el diálogo de la autora con su lector, va más allá del amante sudoroso y gimiente sobre unas sábanas, luego de las zambullidas del alma en expresión amorosa. Clandestino es la sombra envuelta en la ciudad, o lo abrasador de una barra con boleros ajados de llanto. Nuestra sombra es clandestina, es nuestra habitante, como dijéramos al principio de esta reseña. Todos los elementos que discurren en la sombra por tanto, la poeta les llama clandestinos y los personifica y los hace imprescindibles para la palabra de amor y seducción, vida o abandono. El poemario se divide en tres partes cónsonas y a la vez ricas en diversidad de expresión; Mitos, Espejismos de la Ciudad, y (Per)versiones. Partiendo del acertado prólogo de la también poeta Leticia Ruiz, el libro abre con el poema Invitación, pórtico con la pretensión brillante de provocar el hundimiento en los sueños bajo signo racional, usando los deberes del tacto. A partir de ese poema el pasaje de ida nos lleva a un mosaico llamativo que puede estar sujetado por los mitos Tritón, Cronos, Selene, Hades, Circe, Afrodita, Narciso, o latir en la estrella santera de Yemayá o Changó.
Ocurre en cada poema escrito, un signo oculto, tras la acción plasmada en la imagen, lo que da un hermetismo transparente y sostenible. La poeta ama el insinuar, pero no decir el rumbo de esa insinuación, y en esa insinuación bajo el clima del poema, todo cabe incluso la presencia de la nada. Los poemas se buscan entre sí bajo unos elementos de fuga hacia otra visión, otro destinatario sin nombre fijo. La poeta se hace anónima buscando el cuerpo de su verdad, esa verdad nadie la tiene, sólo la sombra ceñida a su vida y caminar y sólo la poeta tiene en su palabra las brújulas de encuentro, con esa verdad. El libro tiene, incluso en los poemas más despejados la fachada que inicia un plano de encuentro y reafirmación de una profunda feminidad esencial en su palabra.
Y si, partimos únicamente de lo erótico, este poemario inicia una interesante ruptura con el tema erótico usado en la poesía de los cuerpos. El cuerpo gráfico de este libro es cinematográfico en esos espejismos de la sombra, la claridad del amor compartido, la dación sin pensar en las reglas de la vida y el mañana. Podemos ver cortometrajes a veces libres, en otras ensimismados en el hola y el adiós, otros escribiendo un reencuentro con otras imágenes, o consigo mismo. La musicalidad y manera de decir de cada poema fluye en lo corpóreo, la sutilidad escondiendo una gran contundencia, y lo irrelevante de la identidad, cosa que no sucede en la poesía erótica donde, o hay géneros y escenas para géneros, esto hace a El Libro de las sombras un libro sorpresivo en sus contornos, y insufla brillantez y vigencia.
Ana María Fuster nos invita en El Libro de las sombras a buscarle otra conjunción a nuestros sentidos, a leer poesía con otra mirada que no elija especificar el porque de los manifiestos del alma. La sensibilidad de este libro se empuja a lo exquisito y a ver nuestra sombra como una auténtica memoria. El libro posee la exactitud de la ternura, en especial en los momentos de vacío, o en la escena de los Haikús Gastronómicos, donde cada plato adquiere firma de piel, y se lleva al paladar, lo gustativo entonces adquiere luz de descubrimiento.
Y más que todo, la poeta nos invita a conocer la vida bajo otra luna y otra entraña, a caminar sin temor por nuestro ser, y en esa esencia disfrutar del poder de la palabra. La sombra fusiona entonces la ruta al verbo definitivo.
Marioantonio Rosa
Poeta y crítico literario puertorriqueño
******
Recado para Ana María Fuster
Por la lección de vida, el ser y la palabra
Desde las sombras, un pájaro regresa y nos abre sus puertas;
agua nueva, o el cuarto clandestino donde nos espera,
desnudarnos sin tiempo ante una palabra inmensa
pensar el cuerpo de la ciudad que no acaba en sus relámpagos
o quizá, perdernos en tus ojos, otra palabra de asombro,
la llegada a la tierra prometida que se esconde.
Yo te he visto en ese océano de luces que guarda el silencio
tan dulce en sus peces de milagro, y el vendaval de lágrimas,
que limpia las mentiras del pecado, o el pecado de ser libre,
de gritar tempestades que invadan los ciegos pasos del ser,
o la farsa de herirnos con la misma sangre.
Una vez tu palabra, me ha ofrecido pan;
recuerdo la garganta solitaria y el corazón en fuga,
recuerdo la lectura antigua de la sombra con la que converso
como otro corazón vacío de milagros.
No sé que pasó, tu mariposa hizo el incendio;
se quemaron palabras del pasado, se quemaron miradas de coral,
pude encontrar un poema a mi alma en la chispa de un duende
perfecto como un amanecer, o la revelación de un viaje.
Más, no alabo tu pincel de memorias y astros,
no alabo la frente donde el miedo hace sus piras.
Me quedo en las sombras, así me visto, así te escucho,
como el que escucha un infinito tren acercarse
desde un ronco pueblo de mansedumbres.
Yo saludo el fresco lenguaje de tus gaviotas,
y la cerveza que la sonrisa imita por tu sombra.
Quiero que tus espejos nos descubran y nos hagan nobles
que nos hablen de la otra frontera de la vida,
que nos rompan el amor sobre nuestra charla de incrédulos
quiero tu palabra, poeta.
Marioantonio Rosa
21 de abril 2007.
Participaron en la presentación de El libro de las sombras, los queridos amigos Carlos Roberto Gómez, Marioantonio Rosa, Angel Matos, Mayda Colón y Alberto Martínez Márquez, gracias también a la delegación Puertorriqueña de Isla Negra en la FIL dominicana por el amor y la solidaridad...
Fotos cortesía de Angel Matos
Mayda Colón
Carlos Roberto Gómez
Marioantonio Rosa
Angel Matos
Alberto Martínez Márquez
Ana María Fuster
* Los invito
este jueves 17 de mayo
a las 7:30 pm en el Café Seda,
del Viejo San Juan,
Calle San Sebastián,
montándonos en la guagua de la poesía,
timoneada por Elizam Escobar
compartamos ese día una bella bohemia...
(A. M. Fuster, El Libro de las Sombras, Ed. Isla Negra, 2006)
¿Cuántas ciudades hay en una ciudad?
¿qué sueños tiene la ciudad dormida?
Raúl Aceves
Dislocaciones y travesías
Mas si por mucho tiempo, como una vana imagen
Te persigue mi sombra…no habrás de tener miedo:
Porque mi sombra debe perseguirte, dudando siempre
Entre tú y el cielo.
Gérard de Nerval
Resignación
Primeras Poesías ( 1828-1832)
Deep into the darkness peering, long I stood wondering,
Fearing, doubting, dreaming dreams no mortal dared to dream before…
Edgar Allan Poe
The Raven
Por Marioantonio Rosa
La sombra es la otra intimidad del hombre. Lo más realista que podemos tocar después de cualquier presencia u objeto de asedio y búsqueda. En la historia la sombra ha tenido el silencioso protagonismo que ha desbocado episodios increíbles, y porque no, nos ha brindado la gran verdad de las revelaciones. Por tanto, la sombra como elemento de transición y verdad tendría mucho que escribir y decir. Si vamos a la literatura, la creación del Doctor Víctor Frankestein de un ser arrancado del mundo sombrío de la muerte interpretada magistralmente en la novela de Mary Shelley, el cirujano visionario y escrutador, termina perdiendo su propia sombra convirtiéndose el monstruo creado en su sombra, sombra en celo, sombra en ahogo, sombra que persigue y azuza hasta llevarlo a la muerte. Algernon Blacwood, uno de los narradores capitales de la literatura fantástica y de terror norteamericana del siglo XX en su relato El Hombre al que amaban los árboles, nos brinda el lado oscuro, inteligente y vengativo de la naturaleza, interpretada esta vez, por un bosque frondoso y selectivo con sus víctimas. Al llegar la noche el bosque en una sombra irrefrenable sería capaz de vencer la misma oscuridad y convertirse en la noche sin símbolos de los protagonistas, entrando en el escenario mental, invocando el destierro y la locura. Horacio Quiroga, jugaba a imágenes con la muerte y la sombra, llevando ese gusto brioso de la fatalidad hasta su propia vida. Charles Baudelaire en sus Paraísos Artificiales se brindaba a la sombra, como un dulce pórtico de escape, como una libertad y una seducción. Edgar Allan Poe, en su poema El Cuervo, nos invita a las sombras. Allí se encuentra el hombre desnudo a frente una dimensión que no conoce, allí, el hombre anida su nuevo cuerpo de sombra y elige la voz de su muerte. Una vez catapultado a la realidad, la inconciencia adquiere una voz dominante, y nada se recuerda.
Entonces sabemos que la sombra es una gran materia de vida. La sombra es un respiro y un espejo. Seduce, invita al goce, lo sabe todo, todo lo descubre y suda nuestras vidas calladas. Aquellas vidas adheridas a un horario, a una gente y a una sociedad. Cuando estamos en una habitación, o en la acción de un secreto, o simplemente estar viviendo debemos saber que nunca estamos solos, la sombra es nuestro lenguaje inédito cada día más rico y revelador. Nada más estamos en la sombra y con la sombra.
Dentro de la tradición Wicca o Brujería cuyos ancestros se remontan a los Celtas, tribus nómadas que se extendieron por toda Europa, Francia, Alemania y España y cuya religión se fundamentaba en la adoración de los dioses unidos a los poderes de la naturaleza, El Libro de las sombras es la bitácora de una bruja. Wicca, en su etimología significa Sabiduría, Gnosis, Iniciación. El diario de la bruja es en realidad, todos los rituales, convenios, y oráculos para la invocación, protección y enlace a los poderes mágicos. En su contenido se conjugan la Botánica y sus códigos medicinales y curativos, la simbología de las velas y los inciensos, la pedrería y su adivinación, la Cábala y la numerología. “El” o “La Nigromante”, debe dominar sin asomo de duda, los Cuatro Elementos a saber Tierra, Aire, Fuego y Agua, ejercer con equilibrio el Pentagrama Esotérico, entre todos los rituales destinados a cada evento existencial que se presente. Cuando vemos en un libro de poesía, un título enigmático como El Libro de las sombras, de la poeta y narradora Ana María Fuster Lavín, las claves de análisis se nos presentan retadoras, y de horizontes insospechados. El libro, para empezar tiene un título inusual para los temas que encierra; la erótica, el amor, la sexualidad, la invitación, la seducción en modalidades de contemplación e incitación, y también el homenaje a poetas como Pablo Neruda, José Lezama Lima o el autor de Los Heraldos Negros César Vallejo, o la tierna susurrada al hijo, y también la visión preocupante sobre la Patria como sucede en el poema Lágrimas Negras . El Libro puede ser un diario posible, o si evocamos la cita de Aristóteles usada como epígrafe por la poeta en la primera parte del libro, La Historia cuenta lo que sucedió, la poesía lo que debió ser, entonces puede ser un diario que debió ser, o mejor aún, un diario que se busca escribir siempre con el matiz de tristeza que puede tener un cuarto vacío. La sexualidad como primer personaje del libro descoca siempre a pesar de la plenitud vivida, del goce, del arrobamiento, del acercamiento y fusión de los cuerpos, en sombras, soledad y silencio. La palabra “Clandestino” constante en el diálogo de la autora con su lector, va más allá del amante sudoroso y gimiente sobre unas sábanas, luego de las zambullidas del alma en expresión amorosa. Clandestino es la sombra envuelta en la ciudad, o lo abrasador de una barra con boleros ajados de llanto. Nuestra sombra es clandestina, es nuestra habitante, como dijéramos al principio de esta reseña. Todos los elementos que discurren en la sombra por tanto, la poeta les llama clandestinos y los personifica y los hace imprescindibles para la palabra de amor y seducción, vida o abandono. El poemario se divide en tres partes cónsonas y a la vez ricas en diversidad de expresión; Mitos, Espejismos de la Ciudad, y (Per)versiones. Partiendo del acertado prólogo de la también poeta Leticia Ruiz, el libro abre con el poema Invitación, pórtico con la pretensión brillante de provocar el hundimiento en los sueños bajo signo racional, usando los deberes del tacto. A partir de ese poema el pasaje de ida nos lleva a un mosaico llamativo que puede estar sujetado por los mitos Tritón, Cronos, Selene, Hades, Circe, Afrodita, Narciso, o latir en la estrella santera de Yemayá o Changó.
Ocurre en cada poema escrito, un signo oculto, tras la acción plasmada en la imagen, lo que da un hermetismo transparente y sostenible. La poeta ama el insinuar, pero no decir el rumbo de esa insinuación, y en esa insinuación bajo el clima del poema, todo cabe incluso la presencia de la nada. Los poemas se buscan entre sí bajo unos elementos de fuga hacia otra visión, otro destinatario sin nombre fijo. La poeta se hace anónima buscando el cuerpo de su verdad, esa verdad nadie la tiene, sólo la sombra ceñida a su vida y caminar y sólo la poeta tiene en su palabra las brújulas de encuentro, con esa verdad. El libro tiene, incluso en los poemas más despejados la fachada que inicia un plano de encuentro y reafirmación de una profunda feminidad esencial en su palabra.
Y si, partimos únicamente de lo erótico, este poemario inicia una interesante ruptura con el tema erótico usado en la poesía de los cuerpos. El cuerpo gráfico de este libro es cinematográfico en esos espejismos de la sombra, la claridad del amor compartido, la dación sin pensar en las reglas de la vida y el mañana. Podemos ver cortometrajes a veces libres, en otras ensimismados en el hola y el adiós, otros escribiendo un reencuentro con otras imágenes, o consigo mismo. La musicalidad y manera de decir de cada poema fluye en lo corpóreo, la sutilidad escondiendo una gran contundencia, y lo irrelevante de la identidad, cosa que no sucede en la poesía erótica donde, o hay géneros y escenas para géneros, esto hace a El Libro de las sombras un libro sorpresivo en sus contornos, y insufla brillantez y vigencia.
Ana María Fuster nos invita en El Libro de las sombras a buscarle otra conjunción a nuestros sentidos, a leer poesía con otra mirada que no elija especificar el porque de los manifiestos del alma. La sensibilidad de este libro se empuja a lo exquisito y a ver nuestra sombra como una auténtica memoria. El libro posee la exactitud de la ternura, en especial en los momentos de vacío, o en la escena de los Haikús Gastronómicos, donde cada plato adquiere firma de piel, y se lleva al paladar, lo gustativo entonces adquiere luz de descubrimiento.
Y más que todo, la poeta nos invita a conocer la vida bajo otra luna y otra entraña, a caminar sin temor por nuestro ser, y en esa esencia disfrutar del poder de la palabra. La sombra fusiona entonces la ruta al verbo definitivo.
Marioantonio Rosa
Poeta y crítico literario puertorriqueño
******
Recado para Ana María Fuster
Por la lección de vida, el ser y la palabra
Desde las sombras, un pájaro regresa y nos abre sus puertas;
agua nueva, o el cuarto clandestino donde nos espera,
desnudarnos sin tiempo ante una palabra inmensa
pensar el cuerpo de la ciudad que no acaba en sus relámpagos
o quizá, perdernos en tus ojos, otra palabra de asombro,
la llegada a la tierra prometida que se esconde.
Yo te he visto en ese océano de luces que guarda el silencio
tan dulce en sus peces de milagro, y el vendaval de lágrimas,
que limpia las mentiras del pecado, o el pecado de ser libre,
de gritar tempestades que invadan los ciegos pasos del ser,
o la farsa de herirnos con la misma sangre.
Una vez tu palabra, me ha ofrecido pan;
recuerdo la garganta solitaria y el corazón en fuga,
recuerdo la lectura antigua de la sombra con la que converso
como otro corazón vacío de milagros.
No sé que pasó, tu mariposa hizo el incendio;
se quemaron palabras del pasado, se quemaron miradas de coral,
pude encontrar un poema a mi alma en la chispa de un duende
perfecto como un amanecer, o la revelación de un viaje.
Más, no alabo tu pincel de memorias y astros,
no alabo la frente donde el miedo hace sus piras.
Me quedo en las sombras, así me visto, así te escucho,
como el que escucha un infinito tren acercarse
desde un ronco pueblo de mansedumbres.
Yo saludo el fresco lenguaje de tus gaviotas,
y la cerveza que la sonrisa imita por tu sombra.
Quiero que tus espejos nos descubran y nos hagan nobles
que nos hablen de la otra frontera de la vida,
que nos rompan el amor sobre nuestra charla de incrédulos
quiero tu palabra, poeta.
Marioantonio Rosa
21 de abril 2007.
Participaron en la presentación de El libro de las sombras, los queridos amigos Carlos Roberto Gómez, Marioantonio Rosa, Angel Matos, Mayda Colón y Alberto Martínez Márquez, gracias también a la delegación Puertorriqueña de Isla Negra en la FIL dominicana por el amor y la solidaridad...
Fotos cortesía de Angel Matos
Mayda Colón
Carlos Roberto Gómez
Marioantonio Rosa
Angel Matos
Alberto Martínez Márquez
Ana María Fuster
* Los invito
este jueves 17 de mayo
a las 7:30 pm en el Café Seda,
del Viejo San Juan,
Calle San Sebastián,
montándonos en la guagua de la poesía,
timoneada por Elizam Escobar
compartamos ese día una bella bohemia...
viernes, mayo 11, 2007
En el día de la maternidad y el amor a la vida
Sonata de mayo
A mi hijo Miguel
Dime niño si tus sueños colorean caracoles
cuando estiro la mano para recoger un sol de duendes
y los pétalos sobre mis miedos que ya no están.
Cántame un personaje, un arcoíris, un girasol
para disfrazarnos de mayo o de spiderman
para enredar las realidades y sentarnos en las nubes.
Dime niño si la soledad es un turrón
que rompe los dientes del viejo encapuchado y caprichoso
y, así, el tiempo juega al un dos tres sobre una mariposa.
Píntame una sonrisa, el salitre, una ilusión
para volar sobre todos los besos
para lunear la luna lunera y volver a nuestro balcón.
Dime niño si tus abrazos son esperanzas
para contarnos el cuento del príncipe y la princesa
para volver a despertar siendo niña con tu amor y la palabra…
Ana María Fuster Lavín
* Los invito
este jueves 17 de mayo
a las 7:30 pm en el Café Seda,
del Viejo San Juan,
Calle San Sebastián,
montándonos en la guagua de la poesía,
timoneada por Elizam Escobar
compartamos ese día una bella bohemia...
Los espero!!!
miércoles, mayo 09, 2007
Miércoles
Miércoles
Miércoles, amanece,
pronóstico despejado,
la calle gime desde la otra esquina,
todavía no la escuchas.
El despertador vomita y, aún así, despiertas sonriente,
te miras al espejo de espumas resecas
y tu imagen es una marioneta de pliegues
las rutinas pueden ser silencios amargados de un martes cualquiera.
Todavía miercoleamos la tarde,
tiempo variable.
Regresaste de una jornada de oferta y demanda sin sorpresas,
tu sexo se fragmenta en una lágrima y recurres a otra cerveza,
quizás, fuiste negligente en el control de los polvos fugitivos
y el semáforo cambia a verde,
¿lloverá?
aún un beso climatizado en el caribe puede rayar en el desconsuelo.
Nocturna es la mitad de los siete días
Cuarto menguante y la luna entra en mercurio.
El happy hour fue un mal amante ante la fecundidad de la nada,
al menos, los soldados se equivocaron, así como la paloma,
murieron en el intento, disecados ante la inmensidad de otra sonrisa
¿podrás ver las constelaciones cuando las nubes se ríen de la soledad?
Culmina otro día, otro verso, otro sueños y uno de los tres, al menos, venció
La soledad huyó hasta otro amanecer.
Ana María Fuster Lavín
lunes, mayo 07, 2007
O él o yo... (pesadillas de un macharrán parte 2)
O él o yo.
Lo odio. Siempre está ahí, me acecha todo el tiempo, mi orgullo se convirtió en veneno, y es que una vez hasta llegué a golpearlo con un mazo de pilón, pero él siempre vengativo por poco me mata del dolor. Es un mal matrimonio, su promiscuidad y hostigamiento me están enloqueciendo. He vivido con él los mayores placeres, también las vergüenzas. Siempre está ahí dispuesto a joderme, a hacerme quedar mal. Siempre parado, hostigándome. Como aquel día que traté de ligar con la vecina, la invité a salir, rápido él interpuso, ella me dijo “Tomás, mi vida está muy complicada, tengo demasiados compromisos”, puta mentira, sé que fue su culpa; o cuando invité a Rita, aquella de las caderas salvajes, fuimos al cine, y lo que hizo fue acariciarlo a él, frente a mis narices, la cabrona al día siguiente me regaló una corbata, yo, ofendido, claro está, le pregunté que si pa’mi o pa él. Rita me miró, lo miró también a él, por supuesto que estaba como siempre paradito, pa que lo vieran a él siempre antes que al pendejo de Tomás, a mi me dijo que era un pendejo, que lo único bueno que tengo es a él, que debería estar contento con eso y cerrar la boca, encima me dijo que siempre tengo un tufo insoportable, doctor no puedo más, así me ha pasado con todas las jevas desde los diecisiete años, ¿cómo que es un simple caso de priapismo? ¿inflamación, medicamentos? O no, no doctor, quiero algo drástico, quiero el divorcio de mi pene, no lo soporto más, o él o yo…
Ana María Fuster Lavín
jueves, mayo 03, 2007
Actividades Literarias en Puerto Rico
También te invitamos este sábado 5 de mayo:
a las 3:00 pm en la librería Bookstop
frente a Hot Topic, Las Catalinas Mall, Caguas.*
al
*Conversatorio *
*con Carlos Vázquez Cruz*
Autor del libro
*8% de desk-cuentos*
*La librería*
*Ven y escucha a Carlos Vázquez Cruz -una de las voces prometedoras de la nueva literatura puertorriqueña- discutir los temas de su más reciente libro de cuentos. *
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Les invitamos a
"Cuatro escritores del Puerto Rico actual".
con
Yolanda Arroyo, Antonio Aguado Charneco,
Emilio del Carril y Carlos Esteban Cana
recital de poesía y narrativa
El evento será el miércoles 16 de mayo
en la Sala de Facultad del Edificio Barat Sur
de la Universidad Sagrado Corazón, a las 7:00 pm.
sorteo de libros y sorpresas.
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