el silencio aún estaba allí
serpenteando sibilante seductor
sintiéndote, sintiéndonos ensementados
lactándonos de nosotros mismos
lluvia escarcha, labios y luna
tu piel y sonrisa en mi sueño
mis manos son noche de tu faro
iluminándonos de curvas y vértigo
repoemando los deseos ´
que los cuerpos duermen otro amanecer
van cayendo
los dolores
el sexo reciclado
la sangre coagulada
las otredades mezquinas
resucitamos de este sueño
y nos redescubrimos en la espesura.
Tu nombre, la piel, el cuepo
es el tiempo de las miradas
la danza de las bocas
cuando el perfume es tu carne
y el amor es cadencia en los poros.
Dancemos de noches y labios
que la sangre nos deshoja y eterniza en el silencio ...