"En el
momento en que me cortaron las aletas, me salieron las alas.
Fue impresionante. De inmediato le pusieron refuerzos a mi jaula
por temor a que pudiera escapar."
Emilio del Carril
Silencios de Papel
presenta hoy una muestra de microcuentos de
del escritor, editor, tecnólogo médico, crítico literario y profesor universitario
Emilio del Carril
XXI
Justicia poética
Había
perdido sus mejores años en la empresa de encontrarla. Después de buscarla por
cuatro décadas, se topó con ella en una tasca. En ese momento se acercó tembloroso
y le dijo:
—¡No
puede ser! Mi vida ha transcurrido en el intento de dar contigo. He rechazado a
tantas, he dejado de vivir para constatar que existías. ¿De verdad eres la
perso...? —sin permitir que terminara, "Persona Perfecta" asintió con
prepotencia mientras sonreía al sentirse descubierta.
El
semblante del hombre mutó del asombro y la perplejidad, a la ira y la locura.
Frente a los ojos de los comensales, sacó un hacha y la introdujo en el centro
del pecho mientras gritaba:
—No
volverás a hacerle daño a nadie.
Aunque
la noticia de su muerte se espació con rapidez, muchos prosiguen con el
infructuoso intento de encontrarla.
XXII
Amor de lejos
Era una
gárgola que parecía sostener la pequeña entrada de la puerta lateral de una
logia masónica. Por su parte, él era uno de los cuatro ángeles que custodiaban
las esquinas de la iglesia principal del pueblo. Se habían enamorado a la
distancia, pero estaban cansados de conformarse con miradas lejanas y furtivas.
Le pidieron a una deidad olvidada que los uniera aunque fuera por una vez: una
sola gran noche.
Todo
estaba previsto. Se les dio una indicación: “El encuentro comenzará a la media
noche y terminará antes del amanecer. Por ninguna razón pueden permitir que los
rayos del sol los toque”.
La noche
de la cita, la ciudad padecía de un silencio inmutable. La pareja voló alto. Se
amaron por horas como si fueran águilas calvas. Un beodo que deambulaba por los
callejones, pensó que eran murciélagos. Pero, entre los trajines de las labores
amatorias, olvidaron la condición que les había impuesto la deidad olvidada, y
cuando vieron la inminencia del orto, trataron de llegar hasta sus respectivos
lugares. Entonces la premura provocó un equívoco. Desde entonces todos alaban
la belleza del ángel solitario que adorna la puerta lateral del edificio
masónico y se persignan ante la fealdad del ángel que parece un diablo y que se
encuentra en una de las esquinas de la iglesia.
XXIII
Aires de independencia
Cansada
de tantos atropellos, la mejilla izquierda le dijo a su homóloga: "No
importa lo que él haya predicado, en adelante, resuelve tus problemas
sola".
XXIV
Llevar la contraria
El
oráculo predijo que el hombre moriría en otoño, pero él, para hacerle quedar mal,
se suicidó en verano. Ante la vergüenza, el oráculo decidió cambiar de
profesión y en vez de predecir el futuro, comenzó a anunciar el estado del
tiempo, pero en esta profesión, tampoco ha tenido suerte.
XXV
Razones de peso
La
baronesa pensó que si lloraba durante dieciocho días lograría ponerse el
vestido espectacular que tenía guardado. Pero era difícil evocar las lágrimas,
así que, para provocarlas, mató a su gato, estranguló a su marido, rompió sus
figuras favoritas, pisoteó los rosales, abofeteó a su mejor amiga…
Al
final, el traje no le sirvió. Desde entonces ha aumentado veinte kilos y no
para de llorar por lo injusta que la vida ha sido con ella.
XXVI
Metamorfosis I
En el
momento en que me cortaron las aletas, me salieron las alas. Fue impresionante.
De inmediato le pusieron refuerzos a mi jaula por temor a que pudiera escapar.
Ayer
amenazaron con cortarme las alas, y yo solo atiné a soltar una carcajada
estruendosa.
XXVII
Merlín
El carpintero encontró la ramita y de inmediato supo que no le serviría para nada.
El leñador prefirió buscar troncos más fuertes.
El carpintero encontró la ramita y de inmediato supo que no le serviría para nada.
El leñador prefirió buscar troncos más fuertes.
Pero un
tercer hombre quedó fascinado cuando tropezó con ella. Se dobló con
cuidado, la levantó y exclamó:
—¡He encontrado mi varita mágica!
Emilio del Carril (Puerto Rico, 1959) es el primer
egresado de la maestría en Creación Literaria con Concentración en Narrativa de
la Universidad del Sagrado Corazón de Puerto Rico, también es doctor en
Filosofía y Letras con especialización en literatura Caribeña y Puertorriqueña.
Actualmente se desempeña como catedrático asociado en la Universidad de Puerto
Rico y en la Universidad del Sagrado Corazón de Puerto Rico. En dichas
instituciones Del Carril tiene a su cargo los cursos de Introducción a los
Géneros Literarios, Historia y Teoría de la Novela, Historia y Teoría del
Cuento, Taller de Novela Corta, Taller de Cuento, Taller de Autoficción y
Taller de Microcuento.
Es un estudioso de la narrativa y la microficción. Sus
primeros dos libros, 5 minutos para ser
infiel y En el Reino de la Garúa
(Décima Jornada), han recibido excelentes críticas y reseñas. Sus cuentos son parte de antologías en
España, Puerto Rico, República Dominicana y Estados Unidos.
En la Primera Jornada de En el Reino de la Garúa, propone el inicio de una novela en la que
se bordan cien microcuentos por jornada o libro.