viernes, octubre 21, 2016

Entrevista a Ana María Fuster y el gótico en su obra

 

Ana María Fuster Lavín

y la Literatura Gótica


 


 

Recientemente con motivo de la filmación de una edición del programa En la Punta de la Lengua sobre el gótico en Puerto Rico, que produce y dirige la extraordinaria Caridad Sorondo; el escritor, guionista y editor Melvin Rodríguez Rodríguez (junto al escritor Ángel Isián, acaban de publicar la antología No cierres los ojos, Ed. Eikon), me envió unas preguntas a modo de entrevista dirigidas a estudiar mi visión personal de lo gótico, qué significa para mí y cómo sitúo mi obra y creación literaria dentro del género.


Melvin Rodríguez Rodriguez (MRR): ¿qué significa para ti el gótico?

Ana María Fuster Lavín (AMF): Comencemos estableciendo un paralelismo entre mi estilo de trabajar la narrativa con el propio origen de la literatura gótica, en el siglo 17: una respuesta a la ilustración, revelarse contra el dominio de lo debe ser o se supone que sea, cuando la razón (de quien posee el poder) tiene que dominar la vida y nuestras acciones.  Así la novela gótica explora la personalidad, los sentimientos y sus complejidades.  Ese mundo interior que también rige nuestras vidas.  El género gótico me ayuda a expresar y desnudar quiénes somos realmente más allá del maquillaje, del carnaval social, de la pose intelectual. También ayuda a denunciar, desde el dolor o la voz de la persona abusada, incomprendida, marginada o, en ocasiones, del propio victimario cuando es víctima de un plan mayor.   El gótico lo veo como la unión de uno ante lo otro, el afuera y adentro de nosotros, de la narrativa como lo real y tangible y la poesía como la emoción; por eso catalogo la narrativa gótica como un  drama sicológico. Estos ambientes nocturnos, nos llevan a nuestra esencia, a quiénes somos, cuando estamos solos en la noche, en los sueños o en el insomnio y meditamos. A mí me ayuda a denunciar el sometimiento al que ha estado subyugada la mujer a través de los siglos, las miserias del pobre, del hijo no deseado y otros tantos. Como esos otros seres considerados monstruos por diferentes como la criatura de Frankenstein, o desde la rabia de perder al ser amado como Drácula, los tormentos personales como los personajes de Poe o las mujeres de las novelas de las hermanas Bronte, esas mujeres casi esclavizadas por el hombre en Jane Eyre o en Cumbres Borrascosas. Muchas mujeres han desarrollado el género gótico por eso mismo le da voz a los silentes, le da voz a los que no queremos ver o dar voz.


MRR: ¿Cuáles obras góticas tuvieron un impacto en tu desarrollo como escritora?

          AMF: Las lecturas lo son todo, claro, junto a nuestras experiencias de vida.  Digamos que fui una niña muy tímida y fantasiosa, y con una obsesión por leer. Mis abuelos, de adolescentes, lo perdieron todo y casi hasta la vida durante la Guerra Civil Española, fueron autodidactas y para ellos la salvación o supervivencia a la dictadura era fajarse a trabajar, pero también el arte, el arte como salvación del espíritu y de la paz propia y del círculo familiar. Allí, en España, de pequeña, pasaba todos los veranos con ellos y retomaba algunos libros, desde pequeña me marcó el Retrato de Dorian Gray  de Oscar Wilde, lo leía una y otra vez desde los 9 años; también una versión gráfica de Frankestein de Mary Shelley que luego leí entero. Drácula de Bramstoker y su belleza de sentimientos entre diarios y cartas, Cumbres borrascosas y Jane Eyre de las hermanas Bronte y un tomo completo de los cuentos de los hermanos Grimm en sus versiones originales, que son bastante terroríficos. Estas lecturas y otras aquí en Puerto Rico que me robaba de la habitación de mis hermanos mayores y las historias de mi padre que es siquiatra. En secundaria también me apasionaron obras de teatro como los Soles Truncos y un Nino azul para esa sombra de René Marqués que para mí ambas son totalmente góticas, y hasta muchos personajes del real maravilloso del Gabo. Y Poe, siempre Poe, su Caída de la casa Usher. Me mataban de niña las adaptaciones cinematográficas de los cuentos de Poe con Vincent Price y las películas de vampiros y su teatralidad, pura pasión… El cine siempre ha sido muy importante para mí.  Ya en la universidad, descubrí a Alexandra Pizarnik con quien llevo el romance más longevo; cómo ella transmite todo su depresivo y brillante mundo interior, en su poesía, diarios y hasta en su versión de la Condesa Sangrienta. Sencillamente wao. Stephen King también me marcó, en especials sus primeras novelas y las escritas en la primera mitad de los años noventa; su uso de los niños y adolescentes, sus poderes, y sus escritores atormentados o perseguidos. Y por supuesto, Horacio Quiroga y su Almohadón de Plumas y otros cuentos de Amor Locura y Muerte.  Más reciente también autoras actuales como Marta Aponte y sus Vampiresas o Sexto sueño. También leo libros de sicología, antropología, historia del canibalismo, de asesinos en serie.  De libros leídos hace menos tiempo, también me marcó el Ensayo sobre la ceguera de Saramago, en un momento muy complicado de mi vida, que aunque alguien le parezca raro que lo mencione como influencia gótica, para mí lo es, por el terror de la oscuridad y la ceguera del alma, de la sociedad  que termina siendo física, quedarse verdaderamente ciegos, uso de forma sutil. En mi última novela Mariposas negras, presento unos personajes llamados los Sin Ojos, que tienen que ver con esa ceguera de lo que no podemos entender o a los seres que no queremos reconocer, esas verdades antipáticas, de eso se trata también la literatura gótica.

 


MRR: ¿Cómo te inspira a adoptar esta estética literaria?

AMF: Vuelvo a retomar que el artista y el escritor, es producto de sus lecturas, de su personalidad y sus gustos y placeres.  Hija de siquiatra y madre apasionada por la cultura (estudio leyes, pintura, música en Salamanca) siempre tuve interés en las enfermedades mentales, los desórdenes de personalidad y qué los provoca, también el dolor ante el abuso, el maltrato y las injusticias. Para mí el vehículo perfecto para mi forma de sentir la creación literaria y moldear la palabra es el estilo gótico, el drama sicológico, la poesía.  Esta  es la estética que mayormente empleo para construir ese mundo de mis cuentos y novelas, donde los sucesos y lo que está sintiendo el personaje son igualmente importantes, incluso más lo segundo. Puedo ser muy cruda en las descripciones, pero sin dejar de estar pendiente a cada palabra que empleo, sus matices y el ritmo; la belleza que embriagan lentamente como beber sorbo a sorbo una botella de vino durante una larga noche de amor, en vez de darse 5 shots de tequila en media hora o un quicky de 2 minutos. Así el gótico va seduciendo en cada palabra y cada sentimiento, así lo vivo cuando escrito y leo.  También trabajo el humor negro como hice en algún capítulo de (In)somnio y de Mariposas Negras, y ya descaradamente en Carnaval de Sangre.

MRR: ¿Cómo trabajas los temas del gótico en Puerto Rico?

AMF: Seres atormentados, soledad, terror, violencia, desesperación, fantasmas, muertos, traiciones, atropellos, por supuesto que Puerto Rico es un banquete para estos temas. Y uno puede adaptar cualquier género o estilo o motivo artístico al ambiente donde uno se desarrolla y observa, los géneros evolucionan como la sociedad misma, aunque la sociedad a veces no parece evolucionar tanto. Además el gótico se ha trabajado en la isla desde los orígenes de nuestra literatura. Está Póstumo el Transmigrado de Alejandro Tapia y Rivera, de las Leyendas de Coll y Toste (recuerdo muchas Leyendas de Becker que eran góticas, pero estamos ahora en PR). Mucho sobre gótico en Puerto Rico también conocen y recogen en algunos de sus trabajos Roberto Ramos Perea, Lilliana Ramos Collazo, Alberto Martínez y Marta Aponte que es una de las mejores escritoras que encima ha trabajado muy bien el género. Violeta López Suria, Rosario Ferre. Unido a que mucha gente ve a sus muertos y habla con ellos, es parte de nuestra cultura, sumado a las religiones cristianas, al espiritismo, la santería... Entonces, en realidad no es un género ajeno a Puerto rico. Afortunadamente Melvin Rodríguez  y Ángel Isian que acaban de publicar la excelente antología No cierres los ojos como una muestra de cómo hay actualmente muchos exponentes del terror, horror y gótico.


 
MRR: ¿Por qué la narración epistolar?

AMF: Incorporar cartas y diarios, también es usual en la literatura gótica, solo leer Drácula de Bramstoker, o el Increíble caso de Dr. Jeckill  y Mr. Hide, y otros.  Y es una forma de expresarle al otro no solo algo que ocurrió sino qué sentimos, meditamos, nuestros amores y temores, de una más personal que la narración tradicional… de eso se tratan los diarios que muchos escribimos, las cartas, recuerdo lo importante que fue en mi vida el carteo con mi abuela, escribes sobre lo que uno ve las cosas que te ocurren pero también, lo que uno siente, hasta los correos electrónicos con mi madre desde España… a veces por escrito transmitimos misterios y bellezas del corazón que oralmente no expresamos, porque no sabemos cómo o no nos atrevemos. A mí me pasa, que me sé expresar mucho más de forma escrita que oral. Como ahora con los correos electrónicos y los corazoncitos le envías miles a la jeva, pero no le dices te amo cuando la ves.

 


MRR:¿Por qué concibes a Santurce como un escenario gótico?

AMF: Santurce para mí son los castillos lúgubres y abandonados de la literatura clásica gótica, incluyendo su iglesia en Miramar, los edificios abandonados. Fue una zona de mucho movimiento económico y vital, y luego se fue convirtiendo en un barrio abandonado. Ojalá se pueda rescatar. Vivo en Santurce desde 1989 y caminando por las ciudades voy ubicando mis historias, sus abandonos que no son solo los físicos sino también los seres humanos abandonados en las calles y estructuras de Santurce. Entonces mis espacios góticos son el siquiátrico y Santurce.   Lugares oscuros , abandonados, o que invitan al drama sicológico, la introspección y las pesadillas. Así como su contraste entre el día y la noche santurcinos, son la vida y la muerte en la literatura.

 
 

 



MRR: Háblanos de tu nueva novela Mariposas negras. De qué se trata.

AMF: Es una novela que trabaja el abuso sexual y maltrato de menores, el bullying, el amor entre adolescentes, la equidad de género, pues el amor no cambia seas hetero, lesbiana, gay, bisexual, además con sus toques paranormales y góticos. No la contaré más bien deseo invitarlos a leer, Mariana es una adolescente atormentada, pero con una hermosa sensibilidad, vive con una madre alcohólica, que también ha tenido una terrible adolescencia con su madre fanática religiosa. Mariana está enamorada de su mejor amiga Laura, el padre de Laura ha abusado sexualmente de Mariana, pero ocurren una serie de asesinatos, ires y venires en el tiempo, el efecto mariposa y misterios, también amor y belleza.  Nada es lo que parece ser, ni siquiera el propio origen de Mariana y de Laura… y sus debeladores diarios donde el horror y el amor son uno mismo sentimiento. Ese horror sicológico que no es mayor, que la triste realidad de los miles de menores de edad y mujeres que son abusados sexualmente, violados y golpeados impunemente, a veces hasta la muerte, solo lean durante solo una semana al año los periódicos y podrán ver que la novela tiene unas bases sólidas realistas. Así en la vida como en los sueños como en el amor y el terror.

Muy agradecida con Melvin Rodríguez Rodríguez y Caridad Sorondo por permitirme autoanalizarme brevemente como escritora gótica. ¡Qué vivan los libros!

Comentarios de Escritores Puertorriqueños sobre Mariposas Negras...