jueves, mayo 11, 2006

Nocturnos y ciudades--Basilio Belliard-- Poeta invitado desde República Dominicana


Hijos de la noche

Estas noches enterradas
que navegan y maduran
bajo párpados de sombras.

Estos ojos plantados
en la madrugada,
llovidos en la memoria,
___ ¡Amanecen!

La ciudad anochece
entre silencios
__ como árboles trasplantados
en el aire.


Latir del día
que una noche vimos
entre colmenas muy despiertas
y palabras apagadas.

¡Así somos!
Los hijos de la noche.

Basilio Belliard

……………………

La Ciudad en Prosa


En el levante, al fondo de la aurora, el mar, el recto mar,
inmóvil, ilumina el camino del atardecer, y yo, desde el
balcón, en medio de la muchedumbre, fijo la luz de mis
pupilas en el barco estático. Presencia del instante.
Mirada instantánea de un instante eterno. El barco hoy
no es el que los rayos del crepúsculo ayer lo coloreaban.
En el umbral de cada semana, tras el cristal que, desde
la calle, se mira inalcanzable, veo, eufórico, pero no
menos melancólico, el eterno momento, azul, del
horizonte, con su sábana tendida.

No veo la respiración de la ciudad, pero sí la
inmovilidad de sus fantasmas__!los ciudadanos!__
escribiendo, con sus gestos, sus silencios y sus voces, la
historia. La ciudad, desde el balcón, no duerme: está
despierta; pero no siento el hastío de sus días y sus
noches.

Arquitectura. Mar. Espacio. La metrópoli ya es otra; y
su imagen del ayer es el mito del ahora, y su cuerpo
habrá de expandirse hasta catapultar las acacias, las
caobas y los eucaliptos.

Una línea como hilo que se extiende y va a dar contra la nada,
el viento o la inmensidad del día. La tarde recién inicia su periplo de muerte.
El círculo de la hora y del día se va cerrando, como la cuadratura en
la circunferencia. Hilo insular que se abisma y parte en dos infinitos, el Arriba y el Abajo.

La ciudad bosteza su hálito de luz y de sombra; su tedio.
El paisaje se va apagando; el mármol y el cemento, las
calles y las antenas, hablan, y su voz se desploma bajo
las huellas de los insomnes transeúntes.

La bóveda azul hace una elipsis, y su parábola se hunde
en el mar. El horizonte va a desaparecer, y ya espero el
negror del paisaje.



Basilio Belliard.


Nació en Moca, República Dominicana. Es poeta, ensayista, crítico literario y profesor universitario. Estudió filosofía y letras en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, donde enseña para las Escuelas de Artes y Letras y donde fue miembro del taller literario César Vallejo. Hizo estudios de Literatura Hispanoamericana en New Mexico State University. Textos suyos aparecen en las antologías Miroirs de la Caraibe: douze poetes de Saint Domingue, Poemas de último minuto: antología de la poesía dominicana contemporánea, Juego de imágenes: nueva poesía dominicana y en las revistas Caribe de Marquette University, Hispanic Culture Review de George Mason University y Cuadernos de poética.

Es autor de las obras: Diario del autófago (poesía, 1997), Vuelos de la memoria (poesía y ensayo, 1999), La espiral sonora: Antología del poema en prosa en Santo Domingo, 1900-2000 (2003), Poética de la palabra. Ensayos de teoría literaria (2005) y Sueño escrito (Premio Nacional de Poesía, 2002).

Director General del Libro y la Lectura de la Secretaría de Cultura, subdirector de la revista Xinesquerma y coordinador editorial de la revista de la Secretaría de Cultura. Ha colaborado para varias revistas y periódicos de circulación nacional.


Cuadro--Bello de luna--José Manuel Merello http://www.merello.com

3 comentarios:

PEREGRINO dijo...

Mil felicitaciones a Basilio por estos hermosos escritos. En el primero se sintio una tristeza, como un vacio ante el amanecer que se presenta. Realmente muy bueno. En cuanto al seguno, me parecio interesante la forma en que el autor, detallando las diferencias que tiene la ciudad y el mar, muestra sus similitudes. Gracias Ana por compartir ese escrito en tu espacio, y a Basilio muchas felicidades de parte de este compañero caribeño.

Ana María Fuster Lavin dijo...

Basilio es un gran poeta de inmensa sensibilidad, tuve el honor de conocerlo personalmente el año pasado en la Feria del Libro de Santo Domingo, nos obsequió a Yara Liceaga y a mi su poemario. Ahora se ha convertido en un buen amigo.
Imaginan, además de profesor universitario, Basilio Belliard es Director General del Libro y la Lectura de la Secretaría de Cultura!!!! Igual que en Puerto Rico, jaja, aquí no se apoya institucionalmente nada cultural, tan sólo se apoya el yoismo, el bolsillo propio y las ajendas politiqueras... pero nos reímos de los dominicanos... Nuestros hermanos caribeños también tienen mucho que enseñarnos, tenemos todos que amarnos un poco más

PEREGRINO dijo...

Ufs...¿Pero cuando el estado ha promovido la cultura? Si promoviera la cultura, estaria fomentando el pensamiento critico...a seres pensantes. Es muy peligroso crear a personas asi, porque el estado no tendria razon de ser. Hay Maquiavelo, que mucha verdad escribiste en "El Principe"...