martes, julio 18, 2006

Desde la ciudad de las sombras 10: Madam




[A]sombras


Abrí lentamente los ojos. Parpadeé una vez; dos veces. La luz roja pintaba todo el cuarto de una forma fantasmagórica. El reloj marcaba las tres y media de la mañana de forma intermitente. Estiré el brazo derecho. Trataba de alcanzar el teléfono. Tiré el reloj al piso mientras levantaba el auricular.

– No puede ser, otra vez.- dije en voz alta.

Sentada en la cama, contesté. -Hola- estrujé mis ojos al hablar.

-Buenas noches. ¿Hablo con la señora M? Le hablan de la comandancia de San Juan. Soy el Oficial De la Torre. Creo tener algo… digo, algunas cosas que le pertenecen.- hablando con cautela, el policía tragó.

-Jmmm Sí. Ella habla.- Respiré profundo. No podía ser que el suceso se repitiera una vez más. Ya estaba cansada de contestar a estas horas el reclamo. Siempre me metían en problemas. Los lazos sanguíneos obligan a cierta solidaridad. No había manera de alejarme de alguna responsabilidad.

-Señora, es que varios vecinos llamaron al cuartel. Tenemos muchas quejas relacionadas a una ganga de mujeres. Lo curioso es la composición del grupo. Hay una, la niña, que se la pasa corriendo en una bicicleta azul. En el canasto tiene unas muñecas y grandes cantidades de plasticina. Su cabello amarillo está atado en dos colitas. Se mueve de un lado al otro y, a esas horas de la madrugada, canta (o mejor dicho grita) las canciones de Menudo.- hablaba el Oficial con cierta duda.

Entrelacé mis dedos por el cabello. Tuve que sonreír ante lo descrito por el policía. Mientras pensaba en la imagen de la niña, de forma apresurada, él continuaba su relato.

-Otra acompañante es una adolescente. Su edad es de aproximadamente quince años. Anda vestida con la ropa del colegio. Tiene sus muslos escritos, se leen los nombres de los municipios de Puerto Rico, los ríos y unos próceres. Digo… lo puedo notar porque su falda es muy corta. Además, estaba besuqueándose con un chico del pelo largo, usted sabe, uno de esos surfers que nada bueno tienen. La encontraron en el patio de una vecina, al frente donde rondaba la niña en bicicleta. Su piel es blanca traslúcida, parece desvanecerse como el humo.

No cambia la chica, ese afán por vivir lo nuevo y la aventura tendrá su precio. Ni mis consejos pueden ayudarla. Sólo debo esperar y estar ahí para cuando me necesite. Al menos disfruta la adolescencia con intensidad.

¬-En la calle de al frente a la casa está otra joven unos años mayor que la adolescente. Viste mahones a la cadera, una camisa blanca, de esas que usaban los hippies y tiene el cabello largo. Su piel es igual que la adolescente, ahora que lo pienso todas parecen familia. También es como un celaje. La única que parece estar hecha de carne es la niña. Ahora, la joven habla sin parar, grita un estribillo relacionado con un “Ejercito Femenino de Liberación Nacional”. ¿Sabe usted de esa asociación? Bueno… parece estar bajo los efectos de algún alucinógeno.

Miré hacia el lado. Allí estaba ella. Su piel era distinta a la mía. Plateada con matices oscuros. El cabello tiene ese mismo tono particular. Observo como alza la ceja en calidad de juzgadora. Sin comunicarle lo ocurrido ella me leyó completa. Guerrera ha sido desde siempre. Ni hablemos de cuando su estado de ánimo fluctúa, entonces me absorbe por completa.

-¿Señora, está ahí?-inquirió el Oficial.

¬-Sí. Sí, disculpe.

-Le comunico que el motivo de mi llamada es para preguntarle si conoce a estas mujeres. Todas responden a un mismo nombre… es el suyo. ¿A caso le pertenecen? ¿Viven con usted? Las puedo llevar a su casa si desea. Suena descabellado, pero a estas horas uno ve de todo.-afirmó el Oficial con nerviosismo.

Otra vez crucé miradas con ella, la contemporánea. Su imagen es cual negativo, y yo, la foto. Esa no se despega del lado ni por un minuto. Ojalá me diera un día libre. Después de combatirla por tantos años, aprendí a convivir con ella.

-Sí Oficial. Podría decirse que me pertenecen. Suelen escaparse de madrugada. Disculpe la inconveniencia a los vecinos. Me haría un favor si las trae a casa. Tome la avenida de la lujuria, esquina ternura y doble a la izquierda. Allí está el hogar de todas ellas, es donde el cuerpo se cruza con el alma.-dije mientras la observaba, imagen claroscuro de mi ser.

Madam
cuentista puertorriqueña

Madam

Sobre Madam

Conversadora, curiosa, terca en ocasiones, expresiva. Amante de la fotografía, del arte, los libros,los animales, la cocina, el vino, y las pasiones desbordadas. "Detesto las cosas tibias, sean estas personas o comida."

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Cuadro de Andy Warhol

18 comentarios:

dijo...

madam!! este escrito me ha encantado chica :)
las caps siempre dejan escapar de vez en vez lo que alguna vez fuimos...pero siempre regresan a nosotras :)
lo importante es abrazar la sombra de lo que fuimos y no solo la sombra de lo que somos..
un abrazo.

Anónimo dijo...

La Madam nos pone a pensar con este ameno relato en el que
se puede inferir que cada una de las etapas que vivimos... la niñez... la adolescencia... la juventud... no adolecen de su
sombra... es decir, de aquello
que hay que aceptar de uno mismo.

Con los relatos de horror laboral, sus piezas ultra-cortas en las que los detalles de picardía tienen un relieve particular, La Madam es una de las escritoras de la blogósfera que mayor presencia tiene.

Mis respetos para ella.

Carlos Esteban Cana

Yiara Sofía dijo...

Me dejas con los pelos de punta! Que hermoso relato de las etapas de la misma mujer y el deseo de las sombras del pasado y el presente por independizarse, pero siempre hay alguien que insiste en decirles que están erróneas y las llevan al ahora. Siempre logras cautivar mi imaginación, mi espíritu y mi cuerpo. Bravo, mujer, bravo! (Me llegó a la mente "Las etapas de la mujer" de Gustav Klimt)

P.D. Ana, que gran idea la de ustedes, un abrazo a todos y todas!

Iva dijo...

Me he quedado maravillada...en algún momento del relato pensé que podían ser fantasmas pero me gusta mucho más la idea que sean otros yo...genial =)

no apta para la humanidad dijo...

¡Excelente relato, Madam!
Uno nunca deja de ser lo que fue sino que todos esos Yo del pasado conviven en nuestro presente.
Como siempre, me sorprende tu visión única y original. Tus relatos siempre nos abren los ojos y nos hacen sentir las cosas de formas insospechadas.
¡Eres genial!!
Un abrazote, amiga escritora!

Ana María Fuster Lavin dijo...

Este relato [A]sombras nos confirma –pues muchos ya la habíamos descubierto- que Madam es una de las nuevas voces de la narrativa puertorriqueña. Su capacidad de síntesis, de cautivar y engañar al lector, de hacernos reír con picardía (vean su blog http://lamadam.blogspot.com ), el ingenio in cresecendo son algunas de su características. Este relato nos lleva a través de la seducción del thriller a un viaje psicológico –y sus múltiples lecturas- del personaje, sus étapas de vida y las múltiples mujeres que la habitan.
Madam, ha sido un honor…
La cuentística femenina puertorriqueña joven –posterior a las setentistas- cuenta con grandes autoras –desgraciadamente aún no se les ha dado el relieve en los medios y la atención editorial que merecen y merecemos. Entre ellas, por mencionar a unas pocas, está Maribel R. Ortiz, Yolanda Arroyo, Iva Yates, Yara Liceaga, Zoe Jiménez Corretjer, y otras excelentes narradoras puertorriqueñas jóvenes, que por falta de espacio… para mí es un honor estar con ustedes…
Quizás sólo le han dado un verdadero énfasis a Mayra Santos Febres, aún una escritora de la inmensa talla de Marta Aponte Alsina no se le ha dado el relieve que le corresponde.

Me reafirmo en que Madam debe seguir cultivando el género del cuento, [A]sombras, nos lleva de la mano hacia tu destino como cuentera…

Un beso y un abrazo mi amiga

El Navegante dijo...

A pesar de lo poco que te conozco, me encantan todo tus desprendimientos, tal vez no sean sombras precisamtne, sino más bien destellos de la luz de tu mundo interior, que aparentemnte no cesa de brillar/te.
Me encantó tu relato Madam, un beso sobre tu mano derecha.

PD: otro para la dueña de esta distingida casa del las letras hermosas.

tirasdepapel dijo...

Me gustó mucho esta sombra... fue un viaje introspectivo dentro de ella misma, desde la niña que solía ser, a la adolescente de sentidos, como todos alguna vez, y la chica casi mujer reblede pero fresca y sensata al mismo tiempo... todas en una, ella, la postrada en la cama escuchando los alardes de un oficial...
Me gustó mucho esta narrativa, me recordé en esas etapas de la vida, y me di cuenta de que al igual que Madam, sigo conviviendo con las sombras de la nena que fui y la mujer que soy ahora...
Un abrazo Anita, y felicidades a Madam por tan exquisita narrativa.
Un abrazo!

Tapa-Amarilla dijo...

No se podia esperar menos
:-)

PEREGRINO dijo...

Exquisito. Es totalmente cierto, cada etapa de uno tiene su propia sombra. Esa imaginacion tuya es una llena de bendiciones y protecciones. Sigue asi, adelante simpre...te felicito. De igual modo, a la gran Ana Maria que ha permitido el despliegue de este talento en su casa....

Brindo por todas las sombras de todos...que son guardianes de muchos secretos.

MaReS dijo...

Madam
Son muchas las veces que encuentro palabras para comentar precisas para comentar tus escritos. Pero este me ha dejado sorprendida, no por esperar menos de ti, sino por que me hiciste abrir los ojos ante esos entes a los cuales no podia precisarles nombre. Ahora, gracias a ti y a este maravilloso cuento puedo identificarles y ponerle nombre. Gracias por este precioso regalo, por medio de tus letras. Felicidades!! Y sobre todo BRAVO!
Un abrazo amiguita!!

Ana María Fuster Lavin dijo...

Hermana brujil, colega de las letras, y confidente de las pesadillas laborales...
fue un honor publicar tu escrito.

Iva dijo...

madam-
esas boquitas se parecen a ti!!!

Miguel A. Ayala dijo...

Madam el cunto está buenísimo,
me puso a pensar en todas las sombras que he dejado desparramadas y desatendidas en mis años de travesía por el mundo.
Que tengas buen día, como dice Ana María debes seguir cultivando el genero del cuento te auguro mucho exito y momentos gratos.
Gracias Ana María que tengas buen día, Miguel.

Anónimo dijo...

Miauu!!! Madam qué texto!!!

Me has dejado pensando en donde podrán estar mis otros yo...

Un Abrazo Felino

Amarilis Tavarez Vales dijo...

Ante estas letras debo soltar los dedos y teclear. Magistral, lograste detenerme y llevarme a las viejas sombras que andan libres por ahi sin dejarme del todo. Bravo! Un aplauso para ti y para tus sombras...
Amarilis

Amarilis Tavarez Vales dijo...

Waooo! Magnifico lo del harem. Deberia convocar mis sombras ;-) Al explicar esto, lo que escribiste cobra mayor hermosura y exquisites. PD. Tengo una foto en que estas el dia de la presentacion de mi libro, junto a Ana Maria y Carlos Esteban. Te la enviare pronto.
A.

Ana María Fuster Lavin dijo...

Amarilis!!! Sí, yo también quiero una copia de la foto!!!