lunes, agosto 27, 2007

Intermedio para una reseña- "Reciclaje" de Pedro Antonio Valdez



El teatro de Pedro Antonio Valdez

P.A. Valdez, Reciclaje, San Juan/Sto. Domingo, Isla Negra Eds., 2006

Por Ana María Fuster Lavín

Somos reciclables, sin diferencia de género, raza, época de la historia en que se haya nacido, fe religiosa, edad. La realidad se moldea y utiliza según las necesidades de cada cual, en esta sociedad como en cualquiera. Así un “sombrero se convierte en mariposa. Una máscara es motivo suficiente para crear un príncipe. ¿Quién se atreve a negar que una mariposa sin máscara es un rey en su sombrero?”: explicación teatral del escritor dominicano Pedro Antonio Valdez. Su propuesta es un teatro en el que todo tiene su causa y efecto, puede ser y no ser, y se puede esculpir tanto según las necesidades del director como las del espectador mismo. Sin embargo, no se trata de casualidades, sino de causalidades de este gran teatro que es la vida, así como la ficción nuestra de cada día.


Aquí lo evidente y lo cotidiano juegan a sus contrarios con el lector-espectador, a modo de la ruleta rusa, entre lo que no es pero puede ser hasta su propia fatalidad. Estas son las propiedades benéficas de ‘Reciclaje’, el título que reúne cinco textos dramáticos del autor de las novelas ‘Bachata del ángel caído’ y ‘Carnaval de Sodoma’. Valdez, también cuentista y poeta, carga estas piezas de psicología freudiana, mitología, metaliteratura, realismo y surrealismo. La ironía, ael humor ácido y hasta la ambigüedad juegan en ellas un papel determinante: lo evidente para el espectador ya no lo es.


El dramaturgo presenta el constante reciclaje de la propia existencia humana (real y literaria) a través del tiempo. En la primera obra, ‘Paradise’, vemos la deconstrucción de los mitos a través de una comedia carnavalesca sobre la emigración dominicana a Nueva York, ese Edén (los personajes son Adán, Eva, El Demonio, el Ángel, la Culebra) que también es el “paraíso” del sueño norteamericano. Allí una pareja dominicana se encuentra con adversidades que los hacen regresar eventualmente al “paraíso/infierno isleño” de origen. Además del mordaz sarcasmo, la obra ofrece ciertos mensajes a modo de moraleja. Dice Adán: “Este basurero es lo que me ha tocado del Paraíso. Yo que pensaba que con tan sólo llegar a este lugar, viviría en la abundancia, pero aquí ni trabajando se puede vivir con dignidad. Al fin y al cabo, Santo Domingo no es menos infierno que este paraíso”, parlamento que nos recuerda el tercer acto de ‘La Carreta’ de René Marqués. Quizás desconcierta y agobia al espectador el aparente exceso didáctico de ‘Paradise’, que termina durante una huelga violenta en la capital dominicana, en la que el pueblo exige aumento salarial y electricidad. Sin embargo, la obra no cae por el propio elemento cínico de la propuesta. Todo puede ser una trampa del autor.


‘Máscaras crueles’ y ‘Parasitum’ nos acercan más a la narrativa de Valdez: sus temas son más experimentales, libres e irreverentes. El autor hace malabarismos con sus personajes, otorgándole plena libertad al director de la obra. ‘Parasitum’, escrito para un videoclip casi grotesco, consta de dos monólogos fantásticos no aptos para débiles estomacales, pero una joya para quienes gozamos de la lectura de ese lado oscuro y putrefacto del corazón. ¿Quién dijo que la vida es color de rosa?


En ‘Operación Don Quijote’ entra en la reconstrucción de los grandes personajes literarios como Don Quijote y Sancho, casi a modo de tributo personal. Cierra el libro ‘Retrato de familia’, escrito a dos tiempos, donde los personajes se encierran en un juego de enredos hasta su terrible discusión final, para terminar acariciándose eróticamente.


Encontramos muy acertada la expectativa de Pedro Antonio Valdez de participación del lector-espectador en estas cinco piezas teatrales. Los textos dramáticos siempre quedarán incompletos hasta que se representen y adquieran su verdadero sentido. Después de todo, fueron escritos para ser interpretados.


Ana María Fuster Lavín,

puertorriqueña, es narradora y poeta.


3 comentarios:

Juan Sebastian Lozano dijo...

Tienes en la mente que los penes grandes son los que sirven, modelos psicológicos. Entonces los tipos con verga pequeña no tienen lugar en el mundo? estan condenados a la autosatisfaccion?, no lo creo. Lo importante es la conexion de la pareja

Ana María Fuster Lavin dijo...

Oye, esto es interesante y cierto, lo improtante es la conexión de pareja, pero... ¿qué tiene que ver con el teatro de Pedro Antonio Valdez?
un abrazote psicológico

Anónimo dijo...

sabes que lo que se esta reciclando aqui es el existencialismo del ser humano, pero como es que Pedro Antonio Valdez hace ese proceso de reciclamiento en esta obra?