De naufragios y cementerios
A Doris Carballo
“el corazón pasando un túnel
oscuro, oscuro, oscuro,
como un naufragio hacia adentro nos morimos,
como ahogarnos en el corazón,
como irnos cayendo desde la piel al alma”
oscuro, oscuro, oscuro,
como un naufragio hacia adentro nos morimos,
como ahogarnos en el corazón,
como irnos cayendo desde la piel al alma”
Pablo Neruda
Hay cementerios solitarios,
otros que dan la bienvenida esa última muerte
que se alimentan de recuerdos
que muestran la ruta al anhelo
que me llevan a la deriva
arrastrada de voces, de labios violetas
que beben hasta la última gota de mi cuerpo
hasta convertirme en crisálidas de sed
noche sarcófago en espera de sombras.
Vuelvo a despertar
adentro bien adentro del naufragio
aroma horizonte mandarina tierra
y mi corazón atraviesa otra mirada
sombra sibilante de cementerio azul
oscura, oscura, oscura
hasta ahogándome una y otra vez en su piel
solo así entro a su cuerpo frío
mientras devora mi cuerpo
devora mi memoria del hambre.
Hay cementerios cargados de vida,
otros donde todos se despiden
donde el insomnio es camino y mar
donde somos los labios de la muerte
somos la muerte alimentándonos de náufragos
nos convertimos en sus cuerpos,
a fuerza de espasmos hacia un túnel eterno
hasta regresar una y otra vez a la siguiente muerte
hasta el silencio mármol de la noche.
Ana María Fuster Lavín
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