miércoles, junio 13, 2018

Mariposas negras en Universo Gay.. reseña de Guillermo Arroniz López

Mariposas negras. Ana María Fuster Lavín.

Vuelvo, tras algunas semanas, a la literatura puertorriqueña, de la mano de dos queridos conocidos: María Martínez, querida amiga que me mantiene en contacto con la cultura de la isla a través de su generosidad, y Daniel Torres, profesor, autor, poeta que como crítico nos acerca con asiduidad a los libros de los escritores de la isla.

Guillermo Arroniz López • 08/06/2018
Mariposas negras | Foto: Uso permitido
"Mariposas negras" es una novela cuya protagonista es una adolescente al borde de la graduación. Hay muchas particularidades que la convierten en la heroína -y a veces antiheroína- de esta prosa cargada de poesía y símbolos, de imágenes metafóricas. Mariana (nombre que para mí tiene ecos inevitables de la España de los Austrias), es una chica muy sensible, que escribe poemas tristes, llenos de sombras y presagios de muerte. Sufre acoso escolar. Pertenece a una familia "rota" ya que su madre fue abandonada por su pareja y va de trabajo en trabajo, concatenando periodos de depresión y embriaguez con otros de serenidad y alegría. Madre que viene, a su vez, de una infancia traumática consecuencia de una madre practicante de una religiosidad fanática, mal entendida, enfermiza, y un padre débil, sin voluntad... aunque buena persona.
Además, volviendo a la protagonista, Mariana está enamorada de su amiga Laura, una adolescente un año mayor que ella pero que ha repetido un curso, y que parece contener varias personalidades, una de ellas violenta y vengativa, una especie de vampiro brutal de alas negras, un ser casi fantástico, que castiga a los hombre que abusan de las mujeres y acaba con su vida para acabar bebiéndose su sangre como aquella diosa egipcia que en su irá iba asesinando a la humanidad.

Hasta ahí la novela podría estar planteando una curiosa mezcla de realismo social -con foco en los abusos sexuales a menores, ya que Laura tiene un hermano autista del que también parece haber abusado su tío, cura de la iglesia católica con la que el libro resulta muy crítico- y elementos fantásticos o incluso propios del cómic. Sin embargo el planteamiento de la autora es más complejo que eso y permite una lectura polisémica del texto.
Y es que llega un momento en que cabe dudar si la protagonista es la misma persona que Laura, si tiene un trastorno mental que la impide ver la realidad tal como es y la interpretación según fragmentos de las realidad que se van configurando de distintas formas en su cabeza o si realmente tiene un poder que no puede controlar y que la hace no sólo retroceder en el tiempo sino convivir con noches de terror en la que es perseguida por seres sin ojos. El libro va hacia adelante y hacia detrás echando nuevas capas de realidad o narración sobre las anteriores de forma que no es fácil -si es que resulta posible- saber qué ha ocurrido exactamente. ¿Este personaje murió o en realidad está en otro país rehabilitándose? ¿A aquel abusador lo mató una de las adolescentes o lo asesinaron los compañeros presos en la cárcel o sigue vivo y en prisión? Personalmente no me ha sido posible decidir cuáles de algunas de estas opciones son las "correctas", pero quizá no haya unas correctas sino posibles versiones de una misma realidad. Incluso quizá la vida misma sea eso y la novela podría ser una gran alegoría de ese hecho que vivimos de una forma menos acusada para poder seguir adelante sin un importante desgarro mental y emocional.

"Podría vivir una vida distinta cada día y morir de forman tan variadas. Casi puedo ser un holograma. Una vida-muerte que se repite con distintos matices". Página 169.

Decía previamente que el texto llega a ser de gran fuerza poética y no lo digo por los versos -pocos- que se incluyen y que se atribuyen a la heroína-antiheroína, Mariana. Esa poesía se percibe en expresiones que fluyen en la prosa como:

"Todos nos respiramos. Los unos a los otros. Nos escupimos y hasta nos estornudamos y no nos damos cuenta de que entran pequeños pedacitos de otros en nuestro cuerpo. Camino y respiro a los que vienen y van. Me lleno de recuerdos ajenos y me libero de los míos. Sigo mi camino y espero a que me inhale algún turista y me lleve lejos, de regreso a su tierra, a otra ciudad, a otro país". Página 58.

https://www.universogay.com/libros/mariposas-negras-ana-maria-fuster-lavin__08062018.html


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