jueves, octubre 13, 2011

entremeses surreales para la locura común, II




Conjuro y cenizas
Diagnósticos IV




Elena se sirvió un vino. Apagó su cigarrillo. Salió al balcón y se sentó. Estaba rabiosa y sus ojos acuosos. “Quisiera fumarme la noche y convertir en cenizas a mis últimos amantes.” Miró hacia su habitación. De la cama asomaba un fino hilo de humo que danzaba hacia el abanico.
Encendió sonriente otro cigarrillo.


Ana María Fuster Lavín

de

(In)Somnio

No hay comentarios.: