domingo, mayo 19, 2013

Entrevista al poeta y editor puertorriqueño Néstor Barreto

“las palabras existen como señuelos para sacarnos monstruos y suavidades”*
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Entrevista al poeta y editor puertorriqueño Néstor Barreto

Nacido en Santurce, Puerto Rico (1952), Néstor Barreto es uno de los artistas fundamentales de nuestra cultura puertorriqueña. Poeta, editor, fotógrafo, artista gráfico, inventor, performero y podemos seguir enumerando; en fin MULTIdisciplinario. Estudió Literatura Comparada en UPR-Río Piedras y Pintura en School of Visual Arts en Nueva York. Ha laborado en Quimera Editores, Centro de Investigaciones Urbanas CARIMAR  y en la Escuela de Artes Plásticas en Diseño Tipográfico Digital.  Entre sus poemarios se encuentran: Eva, Romances, seudorromances y seudoseudorromances metropolitanos (1984), Imago, Sicoramas, Mensajes y Aforismos (1986), Alas de Perro Cocido (1995), Legión, Poema Pánico (2001),  SÍ (2006) y Taxidermista (2012). Recientemente fundó Colección Maravilla junto a Teo Freytes y Jorge Carbonell.
Solidario con los colegas poetas, no importa generación, colectivo o procedencia es otra de sus cualidades. Conversar con Néstor, de voz profunda y sonrisa afable, siempre es una experiencia gratificante. Escucharlo sobre arte, poesía, la ciudad la vida, un caudal intelectual y humano. Hombre inteligente, creativo y muy agradable marca la diferencia en su entrega por el arte, la literatura, el pensamiento.
canica uno


el extraviado
estaba bien perdido. yo, un llermansheper
negro completo, de año y medio lo más,
bajando solo por la 174 en dirección a bayamón/
supe que las cosas habían cambiado
cuando me hallé comiendo
las sobras a la vera y bebiendo
del charco negro que se forma
en el borde/
me dan ganas de vomitar de contarlo/
los carros me están pasando pegados/
muchos, y no se ve un alma/
oigo un ruido como de río/
huele a muchas cosas, huele
a cadáver/
voy al trote/ hay algo de mágico en eso.
[ahora mismo magia=miedo]/
llámenme urgencia, ordénenme unas
papitas/ dénme un pitazo aunque sea/
dícese del lamido/
no quiero ni mear/¿qué será esta presión/
¿es este el sujeto de lo mejor que yo tenía
en mente/ ahora lo vengo a conocer/
¿cómo sé que no sueño/ ¿cómo será
cuando llegue, cómo sabré que llegué/
no hay aroma como (el de) la nada cuando asoma
su cohesión/ no hay instinto, ni inocencia/
me eriza el lomo/
siento constantemente como si me llamaran/
el rabo se me vuelve loco por cualquier cosa/
desde lejos se me nota el desamparo,
le ladro al aire, me pego demasiado al
encintado, veo cuando se posan los fantasmas,
me pican lugares que no sabía existían/
se está haciendo de noche, y nada huele a mí/
lo que nunca/ algo me gruñe dentro / los carros pasan como grandes
terrores e iluminan con sus ojos cosas que se
pudieran comer [si las aprendiera a cazar],
pero estoy muy cansado para perseguir nada,
algo me duele que irradia, parece memoria,
algo se me confunde con sed,
algo me pone a la defensiva:
te olía antes, pero podías haber sido cualquier cosa/
estas luces que se acercan con su uáa, me muestran tus
formas y dan brillo a tu mirada/
y yo que pensaba que esto no se podía poner peor/
¿qué hago/ lo que sea ¡tengo que decidir/ ¿no será
un sueño/ algo me dice que siga, ¿voy muy altivo/
yo no creo/ ¿importa lo que creo/
parece que impresioné/
me gruñiste y ladraste pero no te animaste a más/
tengo que tirarme en algún sitio antes de
que me encuentre uno que no dude de lo que
puede hacerme,
y me luce que esta línea blanca
es tan buen sitio como cualquier otro.
Néstor Barreto
 

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