lunes, septiembre 07, 2020

Desde Zona Ambiente... gracias al editor Egidio Colón Archilla... 3 microcuentos de Ana María Fuster Lavín

 http://www.elpostantillano.net/index.php?option=com_content&view=article&id=25521:simplemente-ana-maria-fuster-lavin&catid=300:zona-ambiente&Itemid=1054

Simplemente, Ana María [Fuster Lavín]

ZONA AMBIENTE

Su canal de YouTube es Mariposas Negras. Ha participado en lecturas y performance de narrativa y poesía en Puerto Rico, México, España, Estados Unidos y República Dominicana. Publicaciones de su autoría: Libros de cuentos: Verdades caprichosas (Ed. de autor, 2002), ganó premio del Instituto de Literatura Puertorriqueña; Réquiem (Ed. Isla Negra, 2005), recibió premio PEN Club Puerto Rico de ese año; Leyendas de misterio (Alfaguara Infantil de Editorial Santillana, 2006); Bocetos de una ciudad silente (Ed. Isla Negra, 2007). Poemarios: El libro de las sombras (Ed. Isla Negra, 2006), ganó el premio del Instituto de Literatura Puertorriqueña; El cuerpo del delito (Ed. Diosa Blanca, 2009); El Eróscopo: daños colaterales de la poesía (Ed. Isla Negra, 2010); Tras la sombra de la Luna (Ed. Casa de los Poetas, 2011); Última estación, Necrópolis (Ed. Aguadulce, 2018), y Al otro lado, el puente (Ed. Isla Negra, 2018). Novelas: (In)somnio (Ed. Isla Negra, 2012), y Mariposas negras (Ed. Isla Negra, 2016). Libros de Microcuentos: Carnaval de sangre (Ed. EDP University, 2015); [Cuestión de género], Carnaval de sangre 2 (Ed. EDP University, 2019).  Su más reciente libro es La marejada de los muertos y otras pandemias (Eds. Sangrefría, 2020).

EL ABISMO DEL CORAZÓN Tres microcuentos de amor para leer en tiempos de pandemia…

El carro se perdió a lo lejos entre la neblina, habían huido de las sicofonías fantasmales que llenaban sus madrugadas de insomnios, esos que te dicen algo está mal en los otros o en el propio corazón. Según se adentraban en la espesura del bosque, el paisaje se tornaba en una luminosidad azulada. Antes de tomar una curva, Julia vio una sombra que cruzaba y frenó inesperadamente, chocando con algo. Ana giró la cabeza tratando de divisar qué había sido. Al bajarse del carro, aterradas se percataron de que habían estado a punto de caer por un barranco. Se tomaron de la mano, estuvieron allí durante unos minutos ante el vértigo que salía del interior de sus pechos. Se montaron en el carro. Dos noches corridas les ocurrió lo mismo, pero cada día arribaban más cerca del precipicio. A la tercera noche, cayeron en picada, abrazadas fuertemente gritaron lo más alto que pudieron.

“¿Y esos gritos?”, preguntó molesta doña Luisa, al entrar a la habitación, “es tarde ya chicas y mañana salimos temprano a Cabo Rojo”. ¡Mamá, no es broma, qué fuerte, Julia y yo acabamos de soñar lo mismo! “Sí, claro, calladitas y a dormir, o llamo a la mamá de Julia para que la recoja tempranito y no hay más sleepovers, que ya están muy grandecitas. Luisa cerró, la puerta. Las adolescentes se rieron por lo bajito, sin darse cuenta de que irremediablemente se iban enamorando y eso era lo que las aterraba.

Se besaron por primera vez.

CONVERSACIONES CON VAMPIRELLA LADARK

A Daniel Torres Carrasquillo y su Aurelia

¡Ay, Vampirella!, tan perra con ese maquillaje dark. La Manuel muere por que le muerdas el cuello y lo que no es cuello. No te hagas la sentimental conmigo, diva... Te observo mientras te maquillas, organizas los colores y dibujas en tu cara todos los misterios de la noche, y sencillísima cuando les cantas tan jevimetalosa… No como nuestra dramática Delirio, que nos abandonó después del huracán para estar cerca de su papá moribundo, pero la Lizza me confirmó que vive con un millonario en Dallas, tan afortunada y desgraciada, solo la quiere de macho. Se sometió, despidiéndose del burdel y de nuestra magia nocturna. La peor forma de vampirismo, chuparle el espíritu a la artista hasta convertirla en su muñeco de trapo. No me digas, exagerada, mira tú y tu historia con la Manuel. Ay, Lizza, aquella noche con ella en el Danuvio Azul, se volteaban a mirarnos pasar, éramos la pareja más elegante de la noche. No me salgas con que morirás solo… lo de la Manuel no es una fantasía sexual con una vampira, no estamos en la secundaria. Fueron tus tacas carmesí, y esos colmillos colmillísimos, cantando Wake me up inside/ Call my name and save me from the dark, la misma Amy Lee, se vino arriba. Te pidió matrimonio. ¿El disparo?, debió ser un asalto en el callejón. No va a matarse porque no contestaste, una diva siempre se da puesto, pero el mal de amores es una muerte de la que nunca resucitas igual.

CUESTIÓN DE GÉNERO 2

 ¿No recuerdas tu primera muerte? Fue cuando decidiste huir o ese día en que, ingenuamente, entraste al juego social. Tener un noviecito acomodado, votar por el mismo partido que tu familia, callar sobre política, religión y cualquier incomodidad social, para que te quieran o te acepten. Fue tu culpa. Te revelaste. Pretendiste creer que puedes protestar injusticias, estudiar lo que te diera la puta gana, exigir ganar lo mismo (o te valoren igual) que un hombre o un hijito(a) de conectados con el gobierno o grandes empresas, que son lo mismo. Moriste para muchos. Te atreviste a ser atea, o que podías enamorarte igualmente de un hombre o una mujer. Fue tu culpa. Todas esas veces fuiste muriendo para familiares, amistades, compañeros circunstanciales. Mandaste a todos a la mierda. ¿Ahora, recuerdas tu última muerte? Fue el día que decidiste nacerte.

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