miércoles, diciembre 12, 2007

Reflexiones en torno a la revista Identidad* por Carlos Esteban Cana


Reflexiones en torno a la revista Identidad*

por Carlos Esteban Cana


“Jesús Tomé había observado en el periódico El Reportero que las revistas literarias son como los termómetros de la cultura. Podemos ir más lejos, decir que son la revelación del espíritu de un pueblo. Pueden establecer, en la práctica, un enlace de lo histórico con lo no cumplido aún; valorar el pasado, haciéndolo presente en el futuro”.

Manuel de la Puebla
en la presentación del 7mo número
de Taller Literario

En nuestro País, la tradición de revistas literarias ha sido medular para el desarrollo de escritores. Basta con mencionar títulos como La Revista de Las Antillas, Índice, Asomante-Sin Nombre, y Mairena, entre otras, para entenderlo. Sin estas publicaciones periódicas no tendríamos el daguerrotipo completo, con luces y sombras, de los humanistas que motivaron nuestra vida cultural. Sin Índice, por ejemplo, nos faltaría la brújula necesaria para sintonizar con la cosmovisión de la generación del 30. En un lugar como Puerto Rico, que por su condición política adolece de embajadas (y por lo tanto, de un circuito adecuado de exposición cultural a nivel internacional) haber contado por cuarenta años con la gigantesca labor de Nilita Vientós en Asomante-Sin Nombre, revista que junto a Sur en Argentina e Ínsula en España conformaron la piedra angular de este tipo de publicaciones en el orbe iberoamericano. De igual manera, y mencionando de pasada otras revistas que han dejado huella como Zona de Carga, Tríptico, Filo de Juego, Taller Literario, A propósito, Posdata, Bordes, El Sótano y Zurde, podemos hablar de la revista de este recinto universitario, la revista Identidad.

Si alguien tiene dudas del alcance que tiene esta publicación sólo basta ver el catálogo de escritores que ha presentado en sus ocho números. Tampoco es poca cosa el valor que ha merecido en lugares como Argentina y España, precisamente los lugares donde nacen Sur e Ínsula. Y es que Identidad ha tenido como norte la inclusión y la pluralidad. Brújula que dirige con certeza el respeto hacia la diversidad (lo que a ciertos sectores de la intelectualidad puertorriqueña molesta e incomoda).

Por lo anterior, me atrevo a señalar que el gran merito de Identidad estriba en esa mesa redonda en donde convergen estudiantes y escritores comparten sus propuestas creativas, con el ánimo de leerse, la página como punto de encuentro. Gesto de horizontalidad identatario que ha trascendido límites y comienza a ser normas en revistas impresas y cibernéticas como Faden, Revista Púrpura y Agentes Catalíticos, entre otros.

Este número que nos ocupa es quizás el más orgánico hasta la fecha, pues los cuentos y poesías de los estudiantes surgen de una tarea, a modo de taller, de una especie de pie forzado dado en el aula de la Profesora Ruiz. También, feliz coincidencia, las colaboraciones de algunos de los escritores sintonizan con la propuesta presentada, como es el caso de los cuentos de Stefan Antonmattei. No debemos pasar por alto el valor de tener en un mismo ejemplar colaboraciones de Alberto Martínez Márquez, Edgar Ramírez Mella, Marie Ramos Rosado, Ana María Fuster Lavín y Yolanda Arroyo Pizarro, Anelís Hernández, James Cantre y María de Lourdes Javier, entre otros.


No quiero concluir estas reflexiones sin hacer referencia al editorial a dos voces que realizan Leticia Ruiz y Abdiel Echevarría. Ambos escritores desarrollan de forma original y amena este marco referencial. Guía, brújula, para navegar por los cuentos, las poesías, y los ensayos que contiene el ejemplar.

Comparto con ustedes una muestra de este rico conversatorio editorial:

Abdiel: La violación infantil es el tema predominante en sus cuentos y por ello sus formulaciones están sustentadas por la confusión ante este hecho. En efecto, es la metáfora idónea – a mi juicio- para representar el caos de nuestro imaginario colectivo.

Leticia: … que sucederá con el hombre nuevo. Qué nueva propuesta tiene en nuestro entorno caribeño retomar su espacio sin menoscabar a su compañera, la mujer y, mucho más significativo, a sí mismo; su propio ser.

Abdiel: Aunque sus narraciones buscan, de una forma u otra, exorcizarse de dicha invasión, cabe señalar, que varias asumen una posición pasiva ante la violencia, por lo que, pocas veces los personajes alcanzan un final esperanzador.

Leticia: Precisamente porque todos son víctimas de su entorno se les hizo bien difícil crear unos mundos narrativos con estos temas, los cuales llevé como motivos literarios por el peso de la realidad.

Abdiel: …el orden social sucumbe sometido a las vejaciones del patriarcado.

Leticia: …pretendimos trabajar cuentos cortos que hicieran posible un nuevo diálogo ante tanto maltrato de todo tipo; ellos delinearon sus personajes y en casi todos los casos son siluetas de su entorno.

Abdiel: Todo discurre y en su discurrir deja sus huellas. Dejemos huellas que fomenten una cultura de paz.

Hasta aquí los fragmentos de este conversatorio editorial que deseaba traer a su atención esta noche. Identidad es un recurso valioso para todos los que amamos nuestra cultura. Los escritores publicados hemos tenido la suerte de leer a nuestros pares estudiantes. No es poca cosa aprender de su manera particular de entender el mundo en las creaciones presentadas; fisuras que filtran además sus temores e inquietudes, que son las nuestras también.

Identidad me recuerda una y otra vez aquel pasaje del Tao.

El mar, más grande que el río, yace debajo, abierto y receptivo.

Sabios han sido los editores en su servicio consecuente. Mi mensaje final es una coda a los colegas estudiantes. Ustedes tienen el don, la virtud de entenderse y entender el mundo mediante la palabra. Privilegio que los hace tan afortunados como el carpintero que utiliza la madera, la costurera que usa el hilo y la aguja. La palabra da sentido, coherencia a lo que puede parecer absurdo. Reciban mi felicitación todos ustedes y el colectivo que hace posible la publicación. Extiendo la misma a los auspiciadotes y al Departamento de Español del Recinto de Aguadilla de la Universidad de Puerto Rico.

Muchas gracias,


Carlos Esteban Cana


*Leído durante la presentación del 8vo número de Identidad
el 27 de noviembre de 2007 en el recinto de Aguadilla
de la Universidad de Puerto Rico.

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