A veinte años de
Cabronerías: Historias de tres cuerpos
Isla Negra editores, 2016
“Anteayer los seguí hasta el motel y
si vieras cómo iban; él le llevaba el brazo echado en el asiento del carro (lo
que nunca me hizo a mí ni desde cuando éramos novios) mientras ella lo miraba y
me parecía que sonreía” y
así Cecilia fue cogiendo f
uera de base a su marido que le pegaba cuernos con Vivian, en el cuento Cogí a Manolín fuera de base (pág. 31). Esta publicación que celebra sus bodas de porcelana, y fue innovadora en su primera edición como su veinteañera reimpresión.
uera de base a su marido que le pegaba cuernos con Vivian, en el cuento Cogí a Manolín fuera de base (pág. 31). Esta publicación que celebra sus bodas de porcelana, y fue innovadora en su primera edición como su veinteañera reimpresión.
¿Y por qué retomar y volver a publicar
esta obra? Sencillamente
porque la narrativa de Daniel Torres engancha irremediablemente para
convertirnos en chismosos devoradores de estos: Seis cuentos de cuerpos apasionados, sudorosos, truqueros, engañosos
(los que engañan, los engañados y los que se engañan así mismo, bajo la
sublimación incorrupta del amor), los que sufren y son traicionados. Hay mucho
dolor y mucha pasión. Triángulos amorosos, personajes malabaristas del amor,
algunos bien cabrones, otros solo saben querer a su manera, los que nos retrata
el escritor, profesor y crítico literario Daniel Torres a través de su
magistral manejo del lenguaje elegante, sin dejar de ser muy realista, poético
y pícaro. Nos retrata en este libro -- que celebra su vigésimo aniversario—
esas cabronerías en las que todos hemos sido víctimas o victimarios (o muchas
veces ambas, doblemente cabrón o cabrona). Su lenguaje lírico y directo
transmite la sensación de estar pegados escuchando como le cantan las verdades
en la cara a un tercero, provocando que el lector no pueda soltar la lectura
porque el chisme está bien bueno o el testimonio nos está conmoviendo hasta un
final inesperado como en el cuento Que me
perdonen los dos, un testimonio de un crimen pasional narrado de una forma
hermosamente sangrienta.
Después
de veinte años, agradecemos a la Editorial Isla Negra por volver a editar esta
colección de cuentos que nos siguen seduciendo, y cito al escritor y librero puertorriqueño
Luis Negrón: “Torres nos atrapa con su narrativa ingeniosa, nos encanta con su delicioso fraseo y nos confirma
que es sin duda una de las voces imprescindibles de las letras queer del
Caribe” y añado que Daniel Torres, sus Cabronerías,
sus Mariconerías, sus novelas Morirás sida una primavera y Conversaciones con Aurelia (entre otras
publicaciones de su autoría) son cuatro libros fundamentales en la historia
actual de la literatura puertorriqueña. Por eso la importancia de reeditar
estos libros, igual destacamos y aplaudimos nuevamente al editor Carlos Roberto
Gómez Beras por haber publicado en el 2013 una reedición de la novela Morirás sida una primavera en sus veinte
años (ganadora en 1991-1992 del Premio Letras de Oro). Así esperamos que se
celebren los 20 de las Mariconerías y de la divina Aurelia y sus conversaciones,
en su momento. Esa Aurelia cuyos personajes ya aparecen hablando y amando tanto
en el cuento Delirio, playa del Atlántico
que aparece en Cabronerías y retomamos el libro que nos trae a este
conversatorio.
Son seis cuentos donde la verdad, así en la narrativa como en
la vida misma, está maquillada de embustes, cuentos que destapan ese lado tan
inconveniente del ser humano: sí, somos fantasiosos; sí, engañamos, y sí,
cuando nos atrapan en la pifia, alteramos la visión de la realidad a nuestra
conveniencia. Y Daniel Torres lo narra en estos relatos con un lenguaje tan
directo como el que de quien te está contando el chisme o su versión de la
verdad, obligándonos a ser cómplices de la historia y hasta de nosotros mismos.
Definitivamente hay que ser un buen escritor para lograrlo. Quedamos atrapados inevitablemente
en el triángulo amoroso literario: palabra—autor—lector. La trinidad que
representa nuestras complejidades: traidor—traicionado—el instrumento o persona
objeto de la traición. Así estamos frente a estas Historias de tres cuerpos (subtítulo
de la publicación) que podrían ser una Anna—Aleksei Karenin—Vronsky en el triángulo amoroso de Anna Karenina de Tolstoi que desnuda la
aristocracia rusa del siglo XIX o las cabronerías de Daniel Torres tan reales,
tan puertorriqueñas, tan actuales. Sobre esto comenta el editor y escritor
puertorriqueño Max Chárriez en el prólogo de esta publicación:
“¿Qué
sería de la literatura, clásica y no tan clásica, sin los triángulos amorosos?
Como decía Borges, ‘todo en el mundo existe para terminar en los libros’. Julieta
tenía a su Romeo, pero también hay que contar a Paris que se quedó sin su
objeto deseado, aunque fuera para exhibirla. ¿Tendrí¾amos el clásico literario Frankenstein si Mary
Shelley no se hubiese enredado en un triángulo amoroso aquel año sin verano con su esposo Percival y su mejor amigo el
poeta Lord Byron?”
Toda la obra literaria e investigativa de nuestro Daniel Torres
se distingue por el impecable manejo del lenguaje, que podemos apreciar desde
la primera página de Cabronerías. Otro acierto es la forma en que entrelaza sus
historias (en los primeros tres cuentos y sus triángulos entre Manolín,
Cecilia, Vivian y Sandra) y vuelvo a citar al profesor Chárriez:
“Los
textos entrelazados en personajes y tramas deben ser leídos con cuidado porque
cada uno aporta diferentes datos ocultos y es el lector quien debe armar,
construir, montar la secuencia correcta para entenderlos. Es una cabronería al
cuadrado.”
No
les voy a contar lo que sucede en los 6 cuentos para no dañar el chisme que es
más sabroso de la mano de Daniel Torres que nos obliga a evaluarnos, reconocer
nuestros dramones, clichés, errores y autosabotajes en el amor, convirtiéndose
también en relatos antropológicos desde la chismografía. Por ejemplo, Manolín
(personaje de los tres primeros relatos) representa al hombre tipo clase media,
que termina siendo víctima de la autoimpuesta condena social de ser el
proveedor, por hombre, macho y patriarca, pero nuestro autor lo pone a colapsar
hasta no ser más que un niño desvalido y perdido en una crítica social cargada
de humor.
Los
siguientes tres cuentos presenta triángulos amorosos gay o queer que retratan
perfectamente con belleza y dolor el
amor y los encuentros sexuales en una sociedad que los condenaba y condena (aun
veinte años después, porque a pesar de los logros de nuestra sociedad, falta
mucho, demasiado aún); que invisibiliza y oprime la libertad de amar, de tener
sexo como uno lo siente y lo desea. Son cuentos con los que se puede trazar la
cartografía boricua del área metro en búsqueda de los encuentros sexuales y
amorosos, cargados de belleza y dolor, con un lenguaje hermoso y finales
inesperados.
“…
se adentra en las experiencias de los hombres gay que pocas veces se narran
porque parecen trivialidades […] Pero, Daniel Torres tiene la habilidad de
convertir dichas trivialidades, esas cabronerías ordinarias, en relatos con los
que, no sólo nos podemos identificar, que podemos disfrutar de su lectura, sino
que también hace una radiografía de la siquis humana individual y social”.
Felicitamos
al autor Daniel Torres por su extraordinario libro Cabronerías en su nueva
edición y esperamos pronto su próxima obra, esa novela esperada que continúa
las Conversaciones con Aurelia.
Ana
María Fuster Lavín
Escritora puertorriqueña
*Leído
el miércoles 19 de octubre de 2016 en el Programa Académico del Festival de la
Palabra, en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe como parte de un conversatorio con Daniel Torres.
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