lunes, diciembre 03, 2007

Adios tío Jaime, desde tu corazón vertical, inteligente, cariñoso, tu humor mordaz, el gran hombre de leyes, de la música y el arte



Elogios sin fin para el fenecido jurista
Por Daniel Rivera Vargas /
drivera2@elnuevodia.com
Trabajador, brillante, fuerte, buen amigo. Así fue descrito Jaime Benito Fuster Berlingeri, el juez asociado del Tribunal Supremo que falleció ayer tras una extensa vida en la academia y el servicio público.
Con una fructífera vida profesional, Fuster se desempeñó como secretario auxiliar en el Departamento de Justicia de Estados Unidos, fue profesor y decano de la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico (UPR) y luego presidió la Pontificia Universidad Católica de Ponce.
Saltó a la vida política en el 1984, de la mano de Rafael Hernández Colón, quien lo reclutó como compañero de papeleta para el cargo de comisionado residente en Washington.
“Su compromiso con el servicio público y con los valores que nutren el Estado Libre Asociado y nuestro ordenamiento jurídico deben ser inspiración para las nuevas generaciones que aspiran a elevar a Puerto Rico a más altos niveles de civilización”, expresó ayer Hernández Colón.
Fuster pasó siete años en la capital federal y, en diciembre de 1991, Hernández Colón lo nominó para juez del Tribunal Supremo, puesto al que fue confirmado en 1992.
Su paso por ese cuerpo no podría etiquetarse bajo la línea liberal ni la conservadora, a juicio de su amigo y profesor Antonio Fernós. Ello a pesar de que uno de sus fallos más recordados es el de noviembre de 1997, en la que reconoció el derecho al voto del dirigente independentista Juan Mari Brás, quien había renunciado a la ciudadanía estadounidense.
“Era un jurista de primer orden, con una gran sensibilidad para los problemas de las clases más necesitadas”, dijo el juez presidente del Supremo, Federico Hernández Denton.
Antonio J. Colorado, su amigo y sucesor como comisionado residente, lo recordó como un luchador desde sus primeros años de juventud, el mayor de cinco hermanos que tras quedar huérfano de padre ayudó a criar a los demás junto su madre, la abogada María L. Berlingeri, quien aún vive.
“Jaime era un trabajador incansable en todas las tareas que tuvo a su haber”, reconoció su ex compañero en el Supremo y opositor político, el juez retirado Baltasar Corrada del Río.
“La muerte de Fuster Berlingeri es una pérdida enorme, no sólo para su familia, su mamá, sus hijos y demás familiares, sino para la comunidad jurídica de Puerto Rico”, indicó, por su parte, Francisco Rebollo, también juez del Tribunal Supremo.
Sobreviven a Fuster su madre, María Luisa; su esposa, Mary Jo Zalduondo; sus hijos, María Luisa y Jaime Juan, y tres nietos.
El reconocido jurista será sepultado el miércoles.


Muere juez supremo Fuster
Lea la biografía completa.



El ex comisionado residente sufrió un sorpresivo ataque al corazón esta madrugada en su residencia en Guaynabo.



Por Servicios Combinados



SAN JUAN — El juez asociado del Tribunal Supremo, Jaime Benito Fuster Berlingeri, murió sorpresivamente esta madrugada de un aparente ataque al corazón. Tenía 66 años.
"El Tribunal Supremo pierde uno de sus jueces más laboriosos y comprometidos. Puerto Rico, a su vez, pierde uno de sus más ilustres juristas. Era un trabajador incansable que dedicó su vida a servir a su patria, tanto desde la academia como desde el servicio público", sostuvo en un comunicado el juez presidente del Supremo, Federico Hernández Denton.
Fuster Berlingeri, quien también fue comisionado residente en Washington y presidente de la Pontificia Universidad Católica, murió de un aparente ataque al corazón a las 12:15 de la madrugada en su residencia en Guaynabo, según informes policiales.
La muerte de Fuster Berlingeri crea una segunda vacante en el Tribunal Supremo.

Fuster comenzó sus funciones como juez asociado del Supremo en 1992. (Archivo)
Funcionarios y políticos del pasado y el presente lamentaron su repentina muerte y elogiaron su labor.
"Hoy lamentamos la pérdida de un profesional que dedicó la mayor parte de su vida a ser un estudioso de las leyes y el derecho. Como con todo jurista, tomó decisiones con las que uno coincide y otras con las que no, pero reconocemos que era un servidor dedicado al desempeño que nuestra Constitución y nuestro pueblo le enconmendaron. Hoy es momento de recordar y honrar la trayectoria de quien en vida fuera el juez asociado del Tribunal Supremo", dijo el presidente del Senado, Kenneth McClintock.
José Ronaldo Jarabo, ex presidente de la Cámara de Representantes dijo que este es "un momento triste, es una gran pérdida para nuestro país, fue un hombre brillante que amó mucho a su patria y quiso servir como sirvió, con excelencia y con integridad toda su vida".
Antonio Colorado, quien le sucedió en Washington, lo describió como una persona buena, inteligente e integra.
"Más que nada, era una persona que se dedicó a Puerto Rico de una forma u otra, siempre tuvo un gran interés no solo por educar, sino por trabajar por Puerto Rico", expresó conmovido en entrevista radial (Radio Isla).
El director ejecutivo del Partido Popular Democrático (PPD), Aníbal José Torres, señaló que "fue un juez que siempre impartió justicia en cada determinación y llenó de lustre la clase togada".
Fuster Berlingeri, quien comenzó sus funciones como juez asociado del Supremo en 1992, nació en Guayama el 12 de enero de 1941.
Obtuvo el grado de Bachiller en Artes de la Universidad de Notre Dame en 1962 y se graduó de Derecho de la Universidad de Puerto Rico en 1965, en ambas gestiones con los más altos honores, según un comunicado del Tribunal Supremo.
En 1966, obtuvo el primer honor de su clase al recibir su Maestría de la Escuela de Derecho de la Universidad de Columbia en Nueva York. Realizó estudios postgraduados en Derecho en la Universidad de Harvard de 1973 a 1974, donde se desempeñó como "Law and Humanities Fellow".
También realizó estudios postgraduados en Sociología del Derecho en la Universidad de Denver, y Filosofía del Derecho en el Williams College. En 1985 recibió el grado de Doctor en Derecho, Honoris Causa, de Temple University.
Es autor de más de veinte libros y monografías publicadas sobre temas jurídicos y de dos disertaciones (tesis) académicas inéditas.
Le sobreviven su esposa, Mary Jo Zalduondo, sus dos hijos abogados y sus tres nietos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

lamentable pérdida de un gran cerebro, en un país tan jodido

Miguel A. Ayala dijo...

Hola:
Paso a darte el pésame. En algún lugar del universo hay un rincón donde van a dar todos los hombres y mujeres buenos, estoy seguro que allá mora el juez Fuster.
Abrazo, a tu órdenes, Miguel.