lunes, diciembre 10, 2007

Diciembre at Christmas parade


Diciembre at Christmas parade


I'm dreaming of a white Christmas…
Irving Berling


Tomamos la primera cerveza:
digerir otro año las mismas fiestas,
los sándwiches de colores y los recuerdos reciclados;
en fin, diciembre es una parada de marionetas
sangre, vómitos, sonrisas y soldaditos de plomo;
la abuelita tierna junto a su nietita preñá;
y grandes globos dorados:
Welcome at christmas parade.

Segunda cerveza:
saquemos el güiro
raspemos la púa,
qué rico el bollo, el pitorro, qué rollo,
que el bolsillo está para bailar;
todo en oferta
al treinta por ciento de descuento:
paja muchas pajas,
también el establo y su nacimiento de cristal
que por 60 dólares o más, la moña colorá,
de cachete para el abuelo:
un Sinatra's christmas álbum, mejor de Julio Ángel,
y es que “puerto rico lo hace mejor”.

Tercera cerveza:
El lechón se coge, se mata y se pela
se pone en la vara y se le da candela
y las palabras comienzan a lapidarse,
la música me produce el mismo vértigo
que el de mi amiga
mientras me contaba de una sombra
que abortaba pedacitos de vida
en una esquina santurcina
pero el tren se iba, y ella lloraba,
llegaba tarde a su rutina, y la otra gritaba,
también pasó un policía, pero no lloró,
su rutina no incluye anónimos sin recompensa
y es que diciembre es el mes más mercadeable.

Esa cuarta cerveza:
es hora de adornar el árbol
tan lindo de guirnaldas y bolas,
arbolito, arbolito, campanitas de cristal…
Sí, también recuerdo a mi ex marido en fuga,
--mal momento para la susodicha imagen—.
Me levanto y vomito,
Estómago, periódicos y aguinaldos,
me quemo de velas, luces, las compras,
y mi amante grita: mójate, mójate;
y quiero parar de mojarme.

Fundamental la quinta cerveza:
Beben y beben y vuelven a beber
Los peces en el río, al ver a Dios nacer…
Los peces seguirán brincando en el río
la soledad ensordece la borrachera;
me quito los zapatos y los sueños desnudos,
mis manos trapecistas juegan entre mis muslos,
mis dedos húmedos salados y los llevo a mis labios,
y son tantos deseos
como los de sentirme viva:
I´m dreaming of a white Christmas.

Se acabó el six pack,
que es hora de marcharse
cantemos todos a coro:
Navidad, navidad, blanca navidad
La alegría en ese día hay que celebrar:
Welcome at Christmas parade
every year the same fake.
Ana María Fuster

2 comentarios:

mabel casas dijo...

tremendamente crudo querida ana;pero inconfundiblemente real
fanfarría de consumo beberse todo,entritecerse adentro y dejarse llevar por lo vendido de costumbres por megáfono y no volver a la mesa solo por estarse juntos cualquier día

me gusta el explote de deseo final a solas...entre la gente

por eso vale cambiar...y hacer solo lo qe surja espontáneo...ni compras ni arbol ni comidas exceso ni máscaras ni sexta cerveza...quizás agua y un mantel tendido sobre la playa unas velas y las personas queridas como una noche de gasnas de estarse queriendo...no exacto,pero hace tiempo que mi poca
nidito familia fuimos alejando los mandatos y hacemos lo que sentimos esos días juntos
besos

Ana María Fuster Lavin dijo...

Mabel, eso eso eso, lamentablemente la Navidad es el mejor producto de oferta y demanda
lo importante son los momentos que compartimos con los demás...
un beso