sábado, octubre 24, 2015

sinopsis de conferencia sobre mi visión de la literatura perversa como escritora...



La literatura perversa tiene como finalidad provocar, o presentar, el placer a través de conductas socialmente incorrectas, insanas, crueles, humillantes o depravadas.  El personaje o narrador perverso manifiesta un anhelo de superioridad, triunfo, dominación sobre ese otro. Este coloca a su víctima en una situación de sumisión, temor o impotencia. Disfruta causando dolor, vengándose, llevando a la muerte o a vejaciones muchas veces sexuales. Aun cuando no sean sexuales, en el placer en el perverso es lo más parece ido al orgasmo. Un disfrute ante lo oscuro. Ejemplos básicos de seres literarios llamados perversos–y es que son tantos y tan maravillosos– cómo olvidar al Marqués de Sade, a Drácula, Dorian Grey,  hasta mi Pancho Quenepo (en mi novela (In)somnio), los asesinos seriales, los y las amantes más peligrosamente exigentes, el placer de alcanzar el control de la muerte. Se me ocurre el relato casi a modo de ensayo El demonio de la perversidad de Poe (donde el personaje se presenta casi como un agente espiritual con la misión de obligar a las personas a realizar cosas por el propio hecho de que no deben hacerlas. En fin el perverso literario, tanto como el real de carne y hueso,  busca –y logra- seducir lo desconocido, lo macabro, el sexo más allá de la muerte, jugar contra los cánones de lo socialmente correcto y moral, en fin es un transgresor.  Disfrutar provocando el susto, la repulsión, el miedo, el deseo ante eso que no te atreverías a contarles a tus padres, a tu pareja… ¿Y qué escritor no tiene un lado perverso? 

(el trabajo tendrá de 5 a 6 paginas, sobre  nuestra sociedad violenta, el abuso de menores, lo gótico, lecturas favoritas, y en mis libros)

Ana María Fuster Lavín

No hay comentarios.: