Silencios de Papel

Abriendo el mosaico
(Enero)


La palabra deshoja un año nuevo:
en la calle, los niños recogen las gotas del pasado;
así, como los viejos arrojan semillas añejadas de amores;
los del medio, los de edades entrelazadas, a veces han perdido la baraja
pero siguen jugando a la ruleta rusa con sus comunes;
y unos esos que se conforman con migas del calendario,
mientras otros aspiran a la arena cósmica, pero ya perdieron la fe,
están, quizás, aquellos que pisotean a sus sombras,
se visten de corbatas, tacón y perfumes de rompecabezas incompletos
pero dan el brazo a torcer, no que va, el orgullo...

Faltan once meses para el retorno,
aún allí en la ciudad que nos habita y nos pervierte
la esperanza pinta de verde a quienes volamos
¿pan, tierra, libertad? sólo Dios sabe, liberto libre libramos:
mientras, un maestro historia encuentra el eslabón perdido
un trompetista tararea su pulmón sobre la almohada de la amante
un pintor colorea el código penal así como un periódico perdido
un poeta besa a un desnudo desconocido y versa otro kama sutra
y yo tan sólo aspiro el aroma de un duende,
que me secretea el mosaico de disfraces para otra mañana,
la mañana de las eternidades, todas, las nuestras,
y es que viajamos desde un enero cualquiera al fondo de los días.

Ana María Fuster

de

El Eróscopo y otros calendarios