El grito
Cansada de que le preguntaran si era mujer, o bucha, tal vez trans, hombre, gay, o cualquier otro calificativo. Decidió no volver a hablar. Amordazada a causa de silencios apretó el acelerador. Ni izquierda ni derecha, sino de frente hacia el mar. Su carro atravesó el muro de piedra. Cayó en picada, hasta ya no callar más. Se acercaron curiosos cuchicheando razones necias, como suele suceder. Ya en el fondo, abrió la puerta del carro, nadó hacia la superficie y gritó con claridad su nombre. Todos enmudecieron.
5 comentarios:
Excelente. Un cordial saludo. Blanca Salcedo
Excelente. Un cordial saludo. Blanca Salcedo
Genial!!!Gracias por tu sensibilidad!!!
Genial!!!Gracias por tu sensibilidad!!!
Muchas gracias, un abrazo fuerte
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