viernes, abril 20, 2018

Árbol la nueva entrega poética de Carlos Roberto Gómez Beras


un poema en 33 preguntas para las raíces de la vida

Árbol la nueva entrega poética de Carlos Roberto Gómez Beras


Revista Cruce 
(UMET)
Abril 2018

Por
Ana María Fuster Lavín
Escritora puertorriqueña


“La muerte es sólo un instante.
La vida siempre se desborda.”
Carlos Roberto Gómez Beras
(Epílogo, pág. 79)


Reflexivo, autorreferencial, misterioso y espiritual como ese mapa al corazón del hombre identificamos la nueva colección del poeta Carlos Roberto Gómez Beras. En este poemario minimalista, orgánico e intimista se pregunta el autor, y nos pregunta, ¿Quién nos acaricia el alma sin
tocar el cuerpo? (XVIII, pág. 47), ¿Qué sed se sacia en el pozo de tus lágrimas? (XXIII). El yo, el otro o ese universo personal de la búsqueda y el entendimiento; o las raíces de la vida, el amor o la muerte, pero, en ambas interrogantes es siempre la poesía. Reflexiones líricas, interrogantes metafísicas, respuestas que solo nos brinda la comunión con el corazón, la humanidad y la palabra es la nueva propuesta literaria de este editor, profesor universitario y escritor nacido República Dominicana, 1959, pero cómo él mismo afirma “(re)nació e
n Puerto Rico”, 1964.

Árbol (Ed. Isla Negra, 2017) está compuesto de 35 poemas, 33 preguntas y un glosario de afectos. Nos versa sobre quién es, también acerca del camino, el universo, como elementos o sentimientos que bien podrían ser universales, sin embargo, siempre presente su autenticidad creativa del Carlos Roberto de carne y alma como padre, como hijo, como amante, como amigo, poeta. El hombre que ese ese árbol, que es el árbol de la vida, o la vida misma. Así sus versos como ramas de un árbol, se han desnudado hoja a hoja de artificios, de recursos innecesarios. Así nos avisa, o más bien seduce la propia contraportada del poemario en una nota editorial:

“Como le silencio desnudo del árbol en invierno, la poesía aspira a decir sin los accesorios del lenguaje. Si no es posible romper la tiranía del signo, intentemos llegar al cielo en una escalera de un solo peldaños o abrazar el abismo de un solo gesto […]”

Estos elementos constantes en toda su obra; sin embargo la estructura es más breve sin llegar al haikú, son breves poemas humanos y espirituales que contrastan en extensión y estructura con sus otros poemarios La paloma de la plusvalía: Y otrospoemas para empedernidos, 1990-1992 (Ed. Isla Negra, 1996) o Mapa al corazón del hombre (Ed. Isla Negra, 2012), entre otros. Sobre esta relación entre la estructura y poética de Árbolcomenta la narradora y ensayista dominicana Ibeth Rivera:

La brevedad en este libro va más allá de la captura de un instante. La voz poética la plantea como la posibilidad de que en ella caben la vida y la muerte, la raíz y la elevación del espíritu humano, la calma y la furia. Una constante exposición del alma a los extremos contrastes del bien y el mal. Esa itinerancia ética que solo es posible en el entendimiento humano:Después de cantarle al cuerpo /la espada, húmeda, regresa a su funda. /¿O es el poeta que vuelve al silencio?” [poema V, pág. 21].

Y es que ya comentó en una ocasión el escritor Víctor Hugo: “La poesía es el eco de la melodía del universo en el corazón de los humanos”. A ese verso que se ofrece en cada suspiro, como cada hoja de este árbol es palabra y cuerpo. Esta sonata nos invita a cobijarnos bajo la sombra del poema y ayudar al propio poeta Gómez Beras a versar las respuestas a cada pregunta o sencillamente sentir la melodía de lo que “la poesía dice cuando calla” (poema XXIV, pág. 59): los sueños y la vigilia, la vida y la muerte, la cotidianidad y el universo, la ilusión y lo corpóreo, el deseo y la razón…

A pesar de esta brevedad y madurez de Árbol, y la pureza en trabajo del lenguaje de este poemario, se siente la continuidad de su obra anterior y de los poetas fundamentales para Carlos Roberto, como las raíces y el tronco, como la savia y el camino trazado. Recientemente en una presentación de este libro, el estudiante doctoral en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe, y profesor, Lino Berberena Vázquez comentó acertadamente:

“Anteriormente, en los poemarios Mapa al corazón del hombre y Errata de fe, el autor había dedicado apartados completos a poemas que hacen homenaje a la síntesis; “Pequeños cantos de Yemayá” y “Ocho estudios incompletos”, respectivamente, pero en toda su obra, no existía un libro completamente dedicado a ella. […]
En mis investigaciones sobre la poesía de Gómez Beras, he llegado a la conclusión de que ésta es autorreferencial y poema tras poema siempre regresa a sí misma. Por tal razón, no debería sorprendernos que encontremos fragmentos de libros anteriores en el siguiente libro y que la idea que comenzó en un poema, la termine muchos versos después en otro poema. En cuanto a las intertextualidades e intratextualidades deseamos presentar dos ejemplos; el primero lo es el poema “VII” (Árbol): “Luego de mojar mis pies en su tristeza/ el río y yo nunca fuimos los mismos. / ¿Cómo no ahogarnos en el deseo?” (Gómez 25). En este poema se observan dos intertextualidades, la primera con Julia de Burgos y la segunda con Pablo Neruda.”


Sea Julia de Burgos, o Pablo Neruda, sean poetas colegas, sea una conversación fortuita con poetas leídos o escuchados, una constante en su obra es la presencia de su madre, también poeta, Miriam Beras, quien lo lleva hacia la poesía. Veamos en el poema XIV, pág. 39: “En el centro del bosque callado / una piedra abre una sílaba en el estanque. / ¿Es mi madre muerta quien me llama?”. Buscar, sentir, preguntar, responder, escribir… tan sencillo y tan hermético como esto.  Igual comenta el narrador dominicano, en una misiva sobre este poemario:
En una entrevista que le hiciera el destacado periodista cultural Mario Alegre Barrios, responde el editor por más de 25 años de Isla Negra Editores sobre este oficio de poeta: “La poesía siempre es búsqueda, siempre es intento… nunca es logro, nunca es conquista. Siempre es el deseo de decir algo. Cuando lo digo ya no es poesía, ya es otra cosa, poema en todo caso. ¿Y qué hay entre el intento y el logro? Un paréntesis, el silencio" Carlos Roberto Gómez Beras.
“¿Hay cárcel más abierta que el poema?” Y es que el poeta un dios, ante dios, o tan solo un hombre que siente, que padece o teme, que crece como padre, hijo y amante creador de versos, trinidad del árbol que al fin de cuentas crece de él mismo brotando este poemario como fruto de su mente y cuerpo, más allá de la vida y la muerte.
Así los invitamos a leer y escuchar este árbol de poemas, a encontrar el racimo de respuestas, antes de salvarse o naufragar de versos en su próximo poemario (qué por ahí va su título. Deleitarse con cada hoja del tronco que nos brinda Carlos Roberto en esta entrega. “¿Es un final, un comienzo o un paréntesis?” (pág. 49).  Que nadie calle la voz del poeta, siquiera la pregunta más difícil, porque la respuesta siempre será eso que la poesía nos susurra en el silencio.


Bibliografía

Mario Alegre Barrios, Carlos Roberto Gómez Beras: en pos del silencio, Esto es el Agua, 13 de abril de 2016, enhttp://marioalegreb.wixsite.com/estoeselaguaold/single-post/2016/04/13/Carlos-Roberto-G%C3%B3mez-Beras-en-pos-del-silencio
Lino Berberena Vázquez, Palabras de presentación de Árbol, en la UPR-Humacao, inédito.
Carlos Roberto Gómez Beras, Árbol, San Juan/Santo Domingo, Ed. Isla Negra, 2017.
Ibeth Guzman, Árbol, en Crítica de libros, Listín Diario, 29 de septiembre de 2017, enlistindiario.com/ventana/2017/09/29/484495/árbol


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