Duelo de Primavera
dejar la muñeca azul
ser tan sólo la niña morada
derretida en pétalos rojos:
ahora, soy hija del viento oscuro.
acompañada de viejos y nuevos hábitos:
robarle una esquinita al pan,
o un chocolate a la abuela,
a veces, los libros de una biblioteca escondida
para hurgarlos con mis dedos
aún húmedos,
y luego de gemirme mujer,
para morir de recuerdos y diarios.
desde la nana de mamá
hasta los ronquidos de papá;
o la mano perdida del cartero entre mi falda.
la muerte de la flor ha liberado mis alas
y mi vientre fecundo escribe el último verso,
escaleras arriba peregrina la vergüenza,
al final del pasillo, segunda puerta color lila.
pues hay verdades más dolorosas que que los gritos,
y lloro en las madrugadas a falta de silencios.
no quiero pétalos rojos
sino muñecas para las niñasj abandonadas
ni rituales sino cenizas en el mar.
entreguen mis zapatos y mi ropas a la luna.
las dejo bajo el árbol del jardín,
me despido,
la jaula fue traicionada,
mi flor se ha vuelto pájaro
poema del libro
El Éroscopo: daños colaterales de la poesía
(Ed. Isla Negra, 2010)
Llega la Primavera, y en vez de celebrar la
estación de las flores, pienso en todas las niñas y adolescentes que han sido,
y siguen siendo, abusadas sexualmente..
Unas mueren, otras se suicidado como la de mi poema,
otras quedan rotas emocionalmente... y se ocultan estos casos, se callan
y hasta se justifica muchas veces al agresor...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario