domingo, febrero 09, 2014

RETRATO A JULIA DE BURGOS por el poeta puertorriqueño Marioantonio Rosa

RETRATO A JULIA DE BURGOS

a Julia de Burgos, abrazados, en "la tristeza sin fin de ser poeta"
Míranos aquí, Julia,
con esta tristeza que bendice los panes y las soledades,...

con tus pasos en esa esquina donde no regresaste,
el beso perdido en la nieve y el rompeolas,
y tu saltamontes dorado en el verano de tu risa
a pesar de la herida hecha de laderas contra tu alma,
a pesar de los nombres que se quemaron en tu sombra,
mírate y míranos descalzos en tu palabra,
desnudos por la necesidad de tu visita, malos transeúntes,
que te escribimos e imitamos sin conocerte en los abismos,
sin mirarte a los ojos, ojos de alas en todos los ríos,
volando hacia otro corto amor que zozobraba,
barco de ceniza en un rostro bello a las lágrimas

oración decapitada del milagro,

Escúchanos, Julia,
escucha a esta patria atrapada de cegueras,
patria sin salida, papeles dulces del odio,
tú, que tanto llenaste con tu palabra esta bandera inconclusa,
marchaste invencible con tu lancero de voces,
y se hizo para ti la mansedumbre en el día despejado,
la frescura de ola sobre todo tu cansancio,
y en nuestro cansancio, te hiciste cegadora,
escucha Julia, este triste tambor de tus elegidos,
este cantar y cantar que nos nace de tu brújula,
esa nieve de espejismos donde te pierdes y te pierdes,
pura de azogue y duermevela, hija de infinitos,

fuga sedienta que nos despierta,

Julia, no me acerco a tus manos,
no se cómo abrir el costado del ángel que te pierde,
si toco tu canción, todo va muriendo a lo cercano,
y ocurre ese único dolor de tu universo,
míranos Julia, hablando bajo tu lumbre,

a pesar de tanta lluvia,
tanto infierno,

y tu ausencia.


Marioantonio Rosa.© 2014

En el centenario de nuestra poeta nacional: Julia deBurgos


Víctima de luz

Julia de Burgos

 

 

Aquí estoy, 
desenfrenada estrella, desatada, 
buscando entre los hombres mi víctima de luz. 

A ti he llegado. 
Hay algo de universo en tu mirada, 
algo de mar sin playa desembocando cauces infinitos, 
algo de amanecida nostalgia entretenida en imitar palomas... 

Mirarte es verme entera de luz 
rodando en un azul sin barcos y sin puertos. 

Es inútil la sombra en tus pupilas... 
Algún soplo inocente debe haberse dormido en tus entrañas. 

Eres, entre las frondas, mi víctima de luz. 
Eso se llama amor, desde mis labios. 

Tienes que olvidar sendas, 
y disponerte a manejar el viento. 

¡A mis brazos, iniciado de luz, 
víctima mía! 

Pareces una espiga debajo de mi alma, 
y yo, pleamar tendida bajo tu corazón.
 
Julia de Burgos


 

De versos y ríos
 
A  Julia de Burgos


Hoy sigo amanecida de ti
bajo una lluvia de espinas sin pétalos


acercándome a tu alma, Julia
como rosa empolvada de años
o como viaje alado de finales
de piel de ríos y rutas
y recojo cada sol de tus manos.
 
Peregrina de mi misma
desnudo corazón  y palabra
me arranco los ojos ciegos del tiempo
recorro lentamente el río de tu secreto,
y desnuda soy tuya tantas veces,
también mía y de todos, como tú,
me despiertas el alma y me besas el cuerpo.
 
Viajo en la sombra del tiempo
en el deseo de  pájaros
de tu mirada nuevamente en la mía
para que deposites en mí
esas greñas alborotadas;
y (re)corrernos el surco del poema
hasta mordernos los corazones
en cada constelación
en cada grito de alas
sin distancias sin orillas
acostada en nuestro jardín
quiero ser mía siendo tuya.
 
Hoy amarro cada ilusión
en la tierra colgada de tus sandalias
ay Julia, cuando anudabas emociones
como un tren hacia todas las miradas
o como corola al viento que no muere
ahora, recojo polvo de años
multiplícame de ti, Julia mía,
para ser la ruta y la voz,
hasta beber la última gota de tus versos.
 
Ana María Fuster Lavín

sábado, enero 04, 2014

escritora invitada Amárilis Pagán Jiménez Reinas Magas

Reinas Magas 


  Llegaron sigilosas
peldaño a peldaño de estrellas
envueltas en sus mantos tejidos
con rayos de luna
con lágrimas de alegría
con risas de complicidad

Llegaron sigilosas
silenciosas
coronadas de luciérnagas
sin raza
tres mujeres hechas de infinitas mujeres
transfigurándose a cada paso
negras
indias
blancas
asiáticas
caribeñas
con aromáticas melenas ondulantes, rizadas, lacias
-canela, cardamomo, romero y menta-
o cabellos cortos, cortísimos que dejaban el paso libre a sus miradas amplias
-ojos negros, azules, verdes, ámbar y gris-

Llegaron sigilosas
y cuando la primera Reina puso su pie en nuestra Isla
una onda de luz nació de su huella
estremeciendo la tierra y agitando a los pájaros que anidaban en la oscuridad

Era el Amor de la primera Reina
El amor que nace del alma
y trasciende las diferencias

Una niña
en un campo
acurrucada y dormida
agotada de tanto llorar
sonrió mientras soñaba que era plenamente amada
y sentía un abrazo tibio con olor a especias, incienso y brisa de mar

Llegaron sigilosas
mirándose unas a otras
y la segunda Reina se arrodilló para besar esta bendita tierra
y de su beso nacieron millares de luciérnagas
que volaron por campos y costas
ciudades y barriadas

Era la Solidaridad de la segunda Reina
La que se anida como una lucecita persistente y poderosa
en el corazón de los hombres y mujeres que aman la justicia
y regalan sus manos a la humanidad

Una anciana
en una barriada
mientras se asomaba por su ventana
pensando en las niñas y niños que aún jugaban en la calle
se tocó el corazón
cuando les vio detenerse extasiados
y levantar sus manitas para recibir las luciérnagas que el cielo les regalaba

Llegaron sigilosas
sonrientes y confiadas
y la tercera Reina hundió sus manos en las frías aguas del río
y de ellas emergieron halos luminosos de agua bendita
que convertida en una cellisca dulce
arropó toda la Isla

Era la Esperanza de la tercera Reina
la que mueve a la lucha
la que no piensa en rendiciones
la que sabe que el hoy es una página que se pasa
tan pronto se escribe sobre ella
y que otra página en blanco espera nuestras letras en el día de mañana

Una mujer
trabajando afanosa para completar un poema
vio la cellisca plateada que le regalaban las estrellas
y salió
-poema en mano-
esa madrugada
a bañarse en ella

Se marcharon sigilosas
las Tres Reinas Magas
hechas luz, luciérnagas y cellisca
infinitas y felices
prometiéndose regresar
a esta Isla iluminada
en el medio del mar
 

 ©Amárilis Pagán Jiménez
 
escritora puertorriqueña,
directora ejecutiva Proyecto Matria

Requiem en escritores.org

Réquiem
http://escritores.org/libros/index.php/item/requiem
http://escritores.org/libros/index.php/item/requiem
  • Autor: Ana Maria Fuster Lavin
  • Género: Literatura y Novela
  • ISBN: 978-1932271508
  • Nº Páginas: 92
  • Año: 2005
"Réquiem narra la historia de una familia maldita. Este libro apasionante, que puede leerse como una colección de cuentos o como el adelanto de capítulos escogidos de una novela en ciernes, revela el aliento de una escritura metódica, dramática y directa. Bordeando el abismo de la morbosidad, no deja de reservar espacios donde los personajes, maltratados y malditos, compa-decen. Réquiem expresa una visión sombría del canibalismo como forma de vida, sirviéndose de los trucos sensacionalistas del “thiller” y el “gore”, sin olvidar toda una tradición literaria sobre linajes desgraciados, desde los trágicos griegos hasta Faulkner y Poe. Ana María Fuster es, incurablemente, escritora. No puedo separar la calidad de su escritura de su calidad personal, de sus convicciones, de su solidaridad con el oficio comunicante. Su vocación no admite abandonos ni mordazas."
 –Marta Aponte Alsina

 http://www.editorialislanegra.com