sábado, agosto 29, 2015


Silencios de papel 5

Después de la marejada, el salitre es el único recuerdo.

Ana María Fuster Lavín

viernes, agosto 28, 2015

desde el Insomnio...




      ...Despierto de mi particular “no dormir”. Pude escuchar los secretos del mar a través de la ventana de mi habitación. Regreso a las calles, las aceras y sus cuerpos. Mi oficio crepuscular ha sido exitoso en la urbe. Y es que siempre preferí las sombras de la ciudad. Es más fácil adueñarse de sus almas clandestinas, pero inmensamente humanas desde sus errores.

Deambulo. También pienso en mí. Estoy cansada. Fueron tantas las mentiras. Finalmente me refugié en las pisadas de la soledad o de tantos nombres como la propia muerte. Aquí, desde mi silencio compartido y anónimo, las manos crean mundos donde el deseo puede ser plenitud y otredad, o tan sólo un diario para redimir todos los errores del yo.

Después de la marejada, el salitre es el único recuerdo. La soledad del abismo se convierte en madriguera. Dejo el mar. Regreso a mi lugar de origen. ¿Dónde estará el palacio de la luz? ¿Dónde estará el cuerpo del delito? ¿Encontrará mi piel refugio de metáforas y atardeceres?...

(fragmento, novela)
(In)somnio
 [pág. 135, Ed. Isla Negra, 2013, 2da edición]

Ana María Fuster Lavín

a la venta en librerias de PR y en http://www.editorialislanegra.com

lunes, agosto 24, 2015

Silencios de papel 4

...y dejar que las voces a la deriva sean un requiem para tu reflejo, 
solo queda esperar otro amanecer de siluetas en lo que llega el tren... 
no hay tiempo para despedidas, 
solo manos y silencios de papel

Ana Maria Fuster Lavin

Llueven treguas falsas sobre los niños.....


Palestina


Llueve sangre sobre los niños en Gaza
Palestina se derrama de fuego
gritos de mujeres valientes  sin tierra.
Las religiones son pretexto de odio
cuando la paz se pisotea como a una flor
que ha nacido de miradas ciegas y miedo
¿Cómo manar sueños en la paz amputada?

Llueven niños sobre el miedo y los escombros
y la sociedad de consumo prefiere cambiar el canal
irse de compras en un viernes negro
negros como son los sionismos
oscuros como los dioses del poder
hablen hebreo, inglés, francés o español.
¿Cómo hidratar de esperanzas al mundo?

Llueven treguas falsas sobre los niños
y los pequeños inocentes palestinos/judíos
solo quieren jugar futbol y reír
desayunar leche y tostadas familiares
pero no hay juegos ni padres
mucho menos desayuno,
quedan mutilaciones, humo y desconcierto.
¿Cómo darle pan y sosiego a sus corazones?

Llueven niños sobre un mapa desmembrado
un joven palestino vuela su cometa bajo un F-16.
Allí, muere el arrullo de las palomas en Gaza
mueren hombres, mueren  sus manos
mueren de muertes
las madres paren muertes
y los niños no ríen, mueren.

Ana María Fuster Lavín

sábado, agosto 22, 2015

habitantes de la ciudad silente: Ciudad sin ojos 2




Ciudad sin ojos 2

Nadie conoce a nadie. Esos pequeños seres que salen de las cuencas de los Sin Ojos pintan nuevos grafitis en los silencios de la ciudad. La madrugada devora cada abandono. Los pequeños fuegos del amanecer encenizan sus rostros. El semáforo en verde abre las puertas de los banqueros, los políticos y sus escoltas, los empleados anónimos de cualquier trabajo, los que van de compras en sandalias sex on the city o en chancletas metededo, a los que hablan de Wallstreet, de Dios, de la telenovela, de la noticia del momento, mientras los Sin Ojos se inyectan e inhalan sus últimos recuerdos. Sus engendros ahora atraviesan la piel de los comunes, nadan a través del sistema afectivo. Cada habitante queda inmune a los recuerdos de los demás. En la tarde, el semáforo se apaga; los Sin Ojos retoman los callejones; los habitantes regresan a sus hogares. Estos también son ciegos. Solo así pueden verse.


Ana Maria Fuster Lavin