Sanación
Desde mi balcón observo cómo mis recuerdos se arrojan hacia el camino recorrido. ¿Hallaré la calma final en mis huellas?
Solo hay una forma para saberlo.
Ana Maria Fuster Lavin
Malditas palabras
carnaval de sangre 3
¡Ya Disponible!
Resurgir
Tras abandonar aquel cuerpo, sube la escalera. Degusta el sabor ligeramente salado de la sangre, con matices dulces y amargos según se coagula. Al llegar a la recámara, busca su rostro en diversos objetos, pues en un ataque de cólera había destrozado todos los espejos de la casa. El hambre, los celos y la sed lo invisibilizan, convirtiéndolo en una bestia enfurecida. Ahora está satisfecho y tranquilo, pero le inquieta la necesidad de observar su aspecto actual. Entra al baño, abre los grifos. Observa su imagen ondulando en las aguas de la bañera. Suspira preguntándose quién sería ese nuevo él, tal vez efímero, dada su constante búsqueda de un cuerpo que permanezca en él más allá de la sangre. Escucha pisadas desde las escaleras, mientras queda absorto frente a su reflejo sonriéndole. Aquel cuerpo de él, suyo. Cada día pareciéndosele menos. Vuelve a difuminarse, como cuando al asesinarla y beber su sangre, rompió todos los espejos y luego se cortó las venas en la bañera. Vuelve a observar las ondulaciones de su desfigurado rostro. Se arroja con todas sus fuerzas a esas aguas y agridulces frambuesas de sangre, sabiendo que al despertar repetiría nuevamente su último día de vida.
Ana Maria Fuster Lavín
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