sábado, marzo 10, 2007

La poeta se eterniza--por Ileana Cidoncha


La poeta se eterniza en la palabra



"El libro de las sombras" de Ana María Fuster. Suministrada
Por: Ileana Cidoncha
Especial para EL VOCERO


"Y vuelvo a navegar en mis versos,

que son muerte, vida

y libertad". "Viaje"


Ana María Fuster -mujer joven, poeta vieja-, se eterniza en la palabra, se acurruca en el verbo. Nace, pare, muere y resucita en cada verso, escondiéndose y revelándose en cada poema. Hoy, se presenta su más reciente poemario titulado "El libro de las sombras", opúsculo de la hechicera en el que escribe y describe los secretos de su don, los retruécanos de su alma, los misterios de su bitácora, el secreto de sus sortilegios, la celebración de su femineidad, la vorágine de su sexualidad, el fruto de su vientre.

La poesía de Ana María es esencialmente erótica, un erotismo libre y sin ambages que va de lo figurado a lo concreto, al que nos convida penetrar en el poema "Invitación" que abre el libro: "Déjame invadir tus pensamientos/ y lamer suaves tus silencios perversos:/ acariciar tus sueños,/ cosquillearte un amanecer irracional, y escribir un poema sobre tu cuerpo".

En la primera parte "Mitos", el leit motiv son los abandonos infinitos, en los laberintos del tálamo, mediante poderosas imágenes de la muerte ˆuna constante en su obra-, bajo el manto de Selene. "No hay serenatas, ni sentencias,/ cuando las olas recogen los olvidos,/ siempre silentes sibilan silencios abandonado;/ solo regresan las mujeres en cuarto menguante/ todas y ninguna./ a la luna llena,/ pero clandestinas y anónimas hasta el amanecer".

En II. "Espejismos de la ciudad", la poeta mira a su ciudad, desde el comentario social al desencanto colectivo, sin que falten lo erótico, lo desgarrador, lo aguijoneante: "en una cuneta desbordada de feromonas,/ o cuando sació la sed de mis secretos/ y canto sin voz a una ciudad amurallada/ que pare pasiones anónimas, clandestinas".

"III. Otras (per)versiones del amor y la muerte", Fuster juguetea con los "haikús" que conjuran olvido, nuevos amores, formas de posesión, o platos gastronómicos: "Soufflé éxtasis./clímax chocolate/cópula y fresa". La poeta canta al amor realizado con trazos iluminados por la mirada de ojos infinitos del otro. "La muerte no entrará en palacio/ lo sé,/ ya no hay dolor en tu pecho/ como tampoco rencores en mis manos/ ni maldiciones que violen nuestras luchas/ nos acariciamos de labios y promesas/ sin final, sin retorno".

El poemario, de la escritora quien ya se ha labrado su espacio en el parnaso de las letras hispanoamericanas, que se presenta hoy a las 6:00 p.m. en el Chateau Rouge, en la avenida Muñoz Rivera #994 en Río Piedras, es el primero de este género en ser publicado. Mas sus poemas han aparecido en los periódicos EL VOCERO y Claridad, así como en varias revistas literarias del país y del extranjero, y en antologías de letras hispanoamericanas e internacionales. Ana María también ha publicado dos importantes libros de cuentos "Verdades caprichosas" y "Réquiem", y su poemario "El jardín de la Dama Duende" está en proceso.

http://www.vocero.com/noticias.asp?s=Escenario&n=88759

2 comentarios:

Estela dijo...

Lo lei esta mañana junto con una buena taza de café. :):) ¡Que orgullo mujer! Un abrazo mi querida hermana brujil.

Ana María Fuster Lavin dijo...

Estela, gracias por tu hermosa amistad