jueves, enero 17, 2008

Sobre Bocetos publicado en Chile

De la ciudad como protagonista:
Bocetos de una ciudad silente de Ana Maria Fuster

“El susurro de la sangre llena la habitación de palabras” así comienza el brevísimo Aquelarre de palabras, relato escondido en una ciudad construida mediante historias, que si bien es Santurce, podría ser cualquier centro urbano anónimo. Damas y caballeros, quítense las vendas de los ojos y a leer como peatones a través de las páginas de Bocetos de una ciudad silente (Isla Negra editores, 2007), la nueva publicación de la narradora y poeta puertorriqueña Ana María Fuster.

La también correctora legal ya nos había seducido con tres publicaciones Verdades Caprichosas, 2002, cuentos (galardonado por el Instituto de Literatura Puertorriqueña); Réquiem, 2005, novela cuenteada (galardonado por el PEN Club de Puerto Rico), y El Libro de las sombras, 2006, poemario (galardonado por el Instituto de Literatura Puertorriqueña); además de su incursión en la literatura infantil con Leyendas de misterio (Ed. Alfaguara infantil, 2006). Confiamos que Fuster seguirá cosechando frutos, para aumentar el prestigio de la independiente, pero sólida, editorial Isla Negra del poeta Carlos Roberto Gómez.

Somos muchos los silentes peregrinos de avenidas y callejones. La divertida y misteriosa escritora nos seduce cual bruja y cartógrafa hacia su mundo, que es el nuestro aunque en ocasiones no nos demos cuenta. Así Bocetos de una ciudad silente es un recorrido de cuentos por las calles y callejones de Santurce, de lo evidente a lo oculto. Dividido en tres partes, somos observadores de las profesiones urbanas en la primera (Profesiones urbanas); a continuación (Lecciones para un vuelo apalabrado sin motor hacia la vida, el amor y la muerte) somos cómplices de las pasiones de su habitantes, y para la tercera (Trasbastidores del callejón) ya estamos inevitablemente atrapados por las venturas y desventuras de la psiquis de su personajes: una posesión de hecho y de palabra.

Fuster Lavín, a modo detectivesco, nos va dando las pistas, de ese gran misterio que ella propone y revela en la ciudad que nos habita. Y es que la ciudad es el alimento de los anhelos y las pesadillas del hombre moderno, el paisaje en el cual se han desarrollado intelectualmente muchas generaciones de narradores. Así lo urbano no se encasilla en un citario de nombres de calles y locales, sino que abarca el uso de un vocabulario, de un sentir, de tocar y oler cada rincón del cuerpo y alma citadinos.

El libro está compuesto de microcuentos brevísimos, cual dinosaurio de Augusto Monterroso despertando en Santurce, hacia relatos que marcan el final de cada sección ya más extensos y llegando al cuento casi novela al cerrar el libro. Nos dice la Dra. Alinaluz Santiago, en la contraportada del libro: “la economía de las primeras narraciones alcanza complejidades insospechadas, cuando los personajes de la oscuridad dialogan intertextualmente con sus antepasados: Poe, Quiroga, Tolkien…” Así también se va formando una sólida lista de narradoras puertorriqueñas que marcan la diferencia y su sitial en el mapa literario femenino hispanoamericano actual noventista y del nuevo siglo XXI, ya se va estableciendo junto a Ana María Fuster nombramos a Marta Aponte Alsina, Mayra Santos Febres como dos grandes figuras, Yolanda Arroyo Pizarro, Maribel R. Ortiz y Yara Liceaga, quien aún no ha publicado libro, pero sus cuentos aparecen en periódicos e Internet.

La sanjuanera, Fuster Lavín, domina los géneros lírico y narrativo, y los funde a su antojo; son bocetos o piezas de un rompecabezas que van formando un mosaico claroscuro y multicolor del mundo santurcino. De esta manera, se funden los olores, colores y ruidos a través de las páginas de esta publicación. Experimenta con la poesía y la crudeza, el humor divertido, el humor negro, la sensualidad sutil y la erótica, lo real como lo paranormal, maestros, burdeles y escuelas, barras y bancos, escritores, vagabundos, políticos y hasta vampiros, son algunos de los ambientes y seres que componen esos silencios casi gritos donde la ciudad es el gran personaje.

Definitivamente Ana María Fuster nos deja con deseos de leer su próxima aventura letrada, esperemos que nos dé la novela que estamos esperando.

Dra. Amalia Batista Sepúlveda

Profesora de arte y teatro
y narradora puertorriqueña
residente en Santiago de Chile

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