Un dia cualquiera parte 2 - Miguel Ayala

Las cosas del lunes

Abrir los ojos un lunes
temprano en la mañana
es dejar escapar
la locura del fin de semana
y exponerse al fuego cruzado
de la conveniencia.

Abrir los ojos un lunes
temprano en la mañana
es mortificar a la dama
que me narra las maravillas
que algún día de estos pienso conjugar.

Dejar caer los pies
sobre la turbia frialdad del terrazo
un lunes por la mañana
debería ser tipificado como delito grave
o al menos como una herejía menor.

Asomarse al espejo
un lunes por la mañana
es claudicar al libre albedrío,
es dejar las pupilas tendidas
frente al retrato de un niño
que huye aterrorizado hecho añicos.

Quizá deba ingeniar un calendario
tomando como modelo el elevador
y en vez de obviar el piso trece
devería arrancarle el lunes de ráiz
en conjunto a los meses, semanas y años.

Y así tal vez, logre escapar
de todas esas cosas
que comienzan los lunes
por la mañana,
esas cosas
que tienen alas de cuervo
y tentáculos de acero.

Esas cosas
que siempre se asoman
los lunes en la mañana
a intentar robarme
las pequeñas cosas
que tanto amo.

Miguel Ayala
poeta puertorriqueño
pertenece al PEN Club de Puerto Rico

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