viernes, mayo 26, 2006

Uberto Stabile, poeta y editor invitado, desde Huelva, España



Posibilidades para reventar de asco mis poemas

Suelo irme con tus recuerdos a la cama
Suelo sobre el que no he de dormir
Suelo simplemente suelo

Morir de ingenio en un ataque de originaliadad
dignarme a ser posible
o cerrar el estúpido ciclo de la creación

Para escribir tanta desidia
He tenido que inventar dos veces mi vida
consuelo para morir
Y escribir del suelo que ya no piso.



Trece pruebas de amor y un vampiro

Tiene la piel sedienta, tiembla caundo me mira y es consciente de su ridículo mientras habla sin decir lo que pasa.

Intentará que yo le abandone con tal de no reconocer que su amor ha muerto.

Cuando mira el paisaje en el que yo habito, tan sólo alcanza a ver una roca desierta en mitad del océano.

Tiene tanto miedo a su inocencia que se declaría culpable de cualquier crimen que no hubiera cometido.

Lo más hermoso y humano que posee, es su propio miedo a parecer tan frágil como en realidad es.

Siempre que me llama es para decirme adiós, y cada vez que tenemos que separarnos llora como un niño desconsolado.

Vivimos lo mejor de nuestras vidas en un momento, nos hacemos eternos en un instante, y el mundo nos parece un planeta lejano, cuando abrazados somos dueños de nuestro fugaz destino.

Ese amor secreto, prohibido, imposible, en su locura, su fe ciega, es más puro e intenso que todo el amor que puedan acumular las caricias de una vida compartida.

Ninguna sombra ha brillado tanto como la sombra en la que, por amor, he sido confinada.

Tiene sus ojos las palabras justas.

Si él habla de amor lo haría sin nombrar el amor, a una mujer esa palabra no le duele pronunciarla.

Sé que no es azul el mar cuando se encierra en un vaso de cristal, que la luna no siempre es blanca, ni la luz de las estrellas eterna, y aún así prefiero creerte; sus mentiras no son menos ciertas y hacen más hermoso este infierno.

Como el viento que precede a la tormenta y agita las finas acacias, como el intenso olor de la tierra mojada, como un barco a la deriva, así es mi amor. El deseo que me conmueve.

el vampiro:

Quién pudiera contigo llorar esta pasión, empuñar una lágrima y disparar sobre Dios.


Linaje

Toco los poemas como tú me tocas
como rinde pleitesía el corazón al tiempo
como se piensa octubre
o sucede una canción.
Toco los poemas para poder tocarte
esta oración de crudo invierno
esta rebelión de amor y carne
penúltima provincia de mis palabras.
Toco los poemas como puentes
encadenados al río y lloro
vértigo del tiempo que ya no tengo
caricia y cónclave de la memeoria.
Toco para reconocer cautivo
las primeras horas del madrigal
luz en verso propio y ciénaga donde
más allá sólo
existo y muero.


Uberto Stabile

poeta y editor español

Los tres poemas pertenecen a su poemario Los días contados

**El editor y poeta Uberto Stabile estará en Puerto Rico en el mes de noviembre para presentar (Per)versiones desde el paraíso:antologías de poesía puertorriqueña entresiglos.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hermosísimos los versos de Stabile, vitales, me gusta su sensibilidad dulce y melancólica.
Un abrazo,

Ana María Fuster Lavin dijo...

Mi hermanita querida Vetala, residente de la Ciudad de cristal, tienes razón los poemas de Stabile transmiten una gran sensibilidad....

Madam, para mi es un honor publicar los poemas de Stabile, que además es editor de la revista Aullido en España, importante publicación que dedicó una antología a la poesía puertorriqueña actual, ya te avisaré en noviembre para la presentación oficial.
Y sí, mi amiga Madam, compartimos un rato bien chévere, con un gran grupo de amigos y buena poesía. Nos llamamos para el brindis... y las historias góticas que ocurren en tu trabajo...