jueves, diciembre 06, 2018

Estadísticas y cartografías de mujer




“el cadáver siguió muriendo” leía el titular
pero ya no pudiste leerlo en la mañana
como acostumbrabas, 
degustabas la prensa a las 5 de la mañana junto a un café con tostadas y miel
pero te fallaron y ni siquiera te nombran
ya el desayuno tiene moscas y herrumbre:
mujer 27 años, piel morena, divorciada
sin hijos, tuvo una hermana gemela que nació muerta

te fallaste
mientras el cadáver vivía,
esa noche comenzaba a acariciar el alba
te encantaba colar café con rocío
pero él te llamó para hablar y exigir perdón
eras cartografía de cicatrices,
mujer de vidrio, mujer ilusión, mujer cama
mujer desgarrada por los dedos de la sociedad
en fin, su mujer
y eres solo la muerta 24 del año o la 34 o 53
según las distintas estadísticas oficiales
viva la diversidad

ella lo provocó, dijiste una vez
sobre su ex anterior, nosotras también nos fallamos,
puto péndulo decisional,
te maquillas para tapar sus reclamos
te embufandas cada vez que te arrancó hasta el aire
te enmedias hasta la cintura cada vez que te pateó el camino
te falló todas las veces que lo condonaste
sus lo siento, no volverá a pasar
y el cadáver sigue en el fondo de tu nombre:
pareja consensual del victimario, sin hijos ni empleo

residente del barrio membrillo arriba
te recogió, te pidió perdón, te puso la mano entre los muslos
se la retiraste, me das asco, déjame ya
te dijo, eres mía, dame eso, si se lo das a otro, te mato
el cielo se rajó azul casi negro en cataratas bermejas
te golpeó con el 8 negro que llevaba de trofeo la vez
esa vez que te clavó delante de tu exmarido
tus padres y hasta tus maestros te fallaron
durante los meses posteriores al huracán nadie actualizó los registros
en tiempos de crisis los muertos son incómodos

vivimos en una isla crisis
y tu cadáver espera de ese abrazo
te volvió a golpear
te arrojó por un barranco de sombras
tus pensamientos chapoteaban lo que todos callaron
mientras caían pequeños trocitos de ti al vacío
fueron demasiados los vacíos
vas muriendo, morir es liberarse de él
también de otros él
morir es también mudarse
y llegar a ese umbral que devora
los límites de la nostalgia y la esperanza
el destino también te falló
la mujer estaba viva cuando llegó su hermana
te quiero cristina, vine a buscarte para llevarte lejos de él para siempre
miraste sus ojos la reconociste y te dejaste ir
al menos, ella no te falló

Ana María Fuster Lavín
del poemario inédito
Somos [las cosas perdidas en el silencio]

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