miércoles, diciembre 05, 2018

(Sin corregir) memorias... cosas de mi hijo 3

¿no les pasa que van ofuscados de rutinas en la mañana y algo les recuerda una anécdota de un hijo, mascota (al menos me ocurre con mi gata), u otro ser muy especial, y de repente, se te tatúa una sonrisa entre los pliegues del pecho, bien adentro tan profundo que las lágrimas brotan como un arcoíris?  Pues, a mí, sí…. Venía en el carro apestá soltando mi repertorio de carcoñetas, porque casi me chocan por culpa de 3 patrullas policiacas 5 guaguas grandes negras de las que usan los niños caprichosos de santa catalina (Benito y Susanita y su pandillita), pues ocurrió la magia escuchado am (¿pueden creerlo? ¡escuchando radio am!), Lenín entrevistaba al maestro Andy Montañez … y su voz, me transportó a un día de las elecciones en 2004 y Miguel.

Mi portero orador tenía 3 años y me acompañó a votar. Iba de mi mano con el orgullo de caballero andante, muy maduro me acompaña al o ataúd vertical de cartón donde emitimos el voto y a la salida en el patio interior la susodicha escuela san juan en inglés, y frente a un corillo de doñas bombillúas con olor a talco maja y toditas vestidas de inglés, Miguel comienza a cantar y bailar culeando al ritmo: “Puerto Rico libre, libre, libre, Puerto Rico libre, libre, libre….🎶🎵🎼🎵🎶”. Ellas se quedaron entre sus cuchilleos prepotendes y yo tomé pletórica la mano de mi hijo.  Le dije, te amo, hijo, ¿de dónde te salió esa canción y baile?. El me contestó, “mira mamá, pa que voten por Puerto Rico libre, somos grandes, y ellas no lo saben”.

Lo abracé, y caminamos hasta el walgreens de condado, compré kotek (todavía me bajaba la regla para aquel entonces) y a mi portero orador un enorme frozen. En la fila para pagar, teníamos delante, ¡¡¡Sí!!!!!  a Andy Montañez!!!!!!!! Le dije, mira Miguel, a él sí, que lo va a entender. Andy Montañez se da la vuelta y mira a Miguel que comienza a cantar y bailar culeando con sus 3 años “Puerto Rico libre, libre, libre, Puerto Rico libre, libre, libre….🎶🎵🎤”.  Y Andy cantó y bailó con él…

Así es Miguel… con 17 años y en la escuela le dicen el revolucionario (algunos torpemente como burla, porque muchos maestros y compañeros no lo han entendido) y, así llegué hoy al estacionamiento del trabajo con lágrimas y una sonrisa que me salía desde bien adentro con cada latido… Ya el año que viene para la UPR y porque quiere hacer patria y decirles que entiendan Puerto Rico libre, que podemos, que somos grandes.
Ana María Fuster Lavín

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